Jóvenes llevan alegría y esperanza a adultos mayores del albergue San Juan Pablo II
Este hogar actualmente mantiene una población de 36 varones rescatados de las calles.
Alegría y esperanza llevaron las jóvenes del Centro de Custodia y Cumplimiento Residencia Femenina (CCCRF) al albergue de ancianos San Juan Pablo II, en Santa Ana, como parte de la labor extramuros de apoyo humanitario.
El hogar para adultos mayores que actualmente mantiene una población de 36 varones rescatados de las calles por abandono, maltrato, enfermedades, problemas de adicciones o riesgo social, se llenó de música, bailes congos, cortes de cabello, barbas, uñas, aseo personal y demás trabajo social realizados por las jóvenes privadas de libertad en beneficio de los denominados "más pobres entre los pobres”.
Abraham Kennion Pineda, director Nacional del Instituto de Estudios Interdisciplinarios (IEI), manifestó que lo fundamental es ayudar a los más necesitados. “Nuestras muchachas están dando este servicio, sensibilizándose, ellas mismas acogen de buena manera esta acción que ayuda a personas que han sido desamparadas por sus familiares, lo cual las hace reflexionar y mejorar sus conductas y formas de ver la vida”, indicó.
“Esta es una labor muy bonita porque en realidad son seres humanos igual que nosotros y necesitan de su familia, de esa atención, me ha parecido chévere porque compartí con ellos hasta me hicieron llorar, cuando sea necesario me gustaría volver”.
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“Me siento feliz ayudando a los abuelitos, realizando esta misión, me ha gustado mucho colaborar con ellos, es algo que fortalece mi reintegración social”, manifestaron jóvenes del CCCRF.
Por su parte; Noris Guevara, directora del CCCRF, enfatizó que una de las intenciones es concientizar a las adolescentes en conflicto con la Ley Penal sobre el valor de los adultos mayores como pilares fundamentales por sus experiencias y sabidurías, también que se integren y conozcan que existen estos lugares de atención a poblaciones vulnerables, que deben incluirse en lugar de descartarse.
“Los que habitan en este centro son personas que han sido retiradas de las calles por lo que para ellos recibir atención, tener visitas que los atiendan y les dediquen tiempo es de suma importancia en el aspecto psicológico, esto los motiva y a la jóvenes las ayuda a integrase, trabajar en equipo y comunicarse mejor, eso nos llena de alegría”, puntualizó Yelineth López, administradora de la sede San Juan Pablo II, Calidonia.