La muerte rodea a los edificios en Panamá, extranjeros son los protagonistas
Suicidios o homicidios, muerte silenciada. Según el Ministerio de Salud en Panamá hay un suicidio cada tres días.
Entre la calor y humedad de la ciudad de Panamá, una serie de hechos extraños que terminan en muerte se han venido dando en los edificios del país.
Aunque no se ha determinado si son caídas, lanzamientos, suicidio o homicidios todos tienen algo en común los protagonistas son extranjeros.
Nadie sabe a ciencia cierta qué sucede, los únicos testigos mudos de estas acciones son las paredes de los edificios donde ocurrieron los hechos, uno que otro vídeo aficionado o fotos de la muerte ya concretada hecha por los "vidajenos" o medios de comunicación.
Era una mañana agitada como todos los días del 12 de octubre de este año, Sandra Manuela Da Costa Macedo decide tomarse una "selfie" o por lo menos es lo que la mayoría presume.
Ella se sentó en la baranda del piso 27 del edificio PH Luxor Tower, en el sector residencial de El Carmen, pero repentinamente cayó al vacío, de esa muerte solo quedó un cuerpo destrozado del impacto y un vídeo filmado por unos vecinos del lugar.
La selfie mortal impactó a toda la comunidad panameña, mientras se conoció que la mujer era portuguesa, madre de dos hijos y ejercía como docente en Panamá.
El auto, testigo de su último suspiro¡Impactante! Fue lo que se vivió cerca de los estacionamientos de la Caja de Ahorros, sucursal de Avenida Balboa el pasado 29 de octubre, luego que un estruendo sacudiera la tranquilidad de los que residen o trabajan por esa área.
Leer también: Suicidios ganan terreno en PanamáMuchos salieron a observar lo sucedido, pero esa acción les causó un ataque de pánico, al ver el cuerpo inerte de un hombre de tez blanca con poca ropa y unas medias sucias enterrado en la capota de una auto.
Su identidad sigue siendo un misterio, aunque se comunicó que la víctima era un canadiense, de 41 años de edad, quien vivía solo en un apartamento del piso 45, del edificio Sky.
La sangre venció la tranquilidadA casi dos semanas de los casos anteriores, un chilena de unos 50 años rompió la barrera de los vivos y muertos, al caer del edificio Infinity, ubicado en calle 73 San Francisco.
Este caso aún no es considerado suicidio como los otros dos, ya que siguen en investigación. La versión de los residentes cercanos la vinculan a problemas depresivos.
Hospedaje de la muerteUn hombre identificado como Ismael Espinosa García, de nacionalidad nicaragüense, cayó de uno de los pisos de un hotel ubicado en el área bancaria unas horas después del caso de la chilena; de este caso solo se conoce que el hombre estaba hospedado hace días en el hotel.
¨'Casualidad, destino o la realidad de los problemas que afectan a la sociedad actual' podrían ser las respuestas a estos casos que aún siguen sin esclarecer.