el-pais -
La potabilizadora de Chilibre ha tenido dos incidencias en menos de siete días
Administradores de la potabilizadora Federico Guardia Conte aseguran que las dos fallas que hubo en la planta no guardan relación una con la otra.
En menos de una semana la planta potabilizadora Federico Guardia Conte en Chilibre tuvo dos incidencias, que ocasionaron que la producción normal del suministro de agua potable funcionara con irregularidad. La primera falla mecánica de la planta, que abastece del vital líquido a las comunidades, comercios y entidades del distrito capital, al igual que San Miguelito, se debió a la deficiencia en una de las diez bombas que envían agua hasta el tanque de almacenamiento de Tinajitas. Esto ocurrió el pasado martes 3 de abril en horas de la tarde, personal del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan), al día siguiente trabajó en un horario de 8:00 a.m. a 8:00 p.m. para solucionar la falta que mantuvo la producción en un 90%, registrando una baja presión en San Miguelito, la ciudad capital, Panamá Norte y puntos alejados de la red. Con dicha incidencia se mantenían enviando 220 millones de galones de los 250 millones de galones que diariamente se envían a los usuarios. Una nueva ocurrencia Solo pasaron seis días, cuando la potabilizadora tuvo una nueva ocurrencia que estuvo vinculada a una falla eléctrica en la subestación que afectó cinco motores de las diez bombas en la estación de aguas tratadas. Esto ocasionó que la producción solo llegara al 50%. En diversos sectores del país, el servicio de agua potable se vio interrumpido por un lapso de más de cuatro horas, en otros sitios un tiempo más prolongado. Junto a técnicos de la compañía eléctrica, se inspeccionó el área y se procedió a hacer las intervenciones pertinentes para evitar que el agua que se envía a los tanques en Tinajitas se devolviera a la potabilizadora. Se utilizó la energía de respaldo. Leer también: Residentes de El Potrero viven inundados de agua potable Yamileth Quintero, superintendente de la potabilizadora de Chilibre, recalcó que la segunda ocurrencia no guarda ningún tipo de relación con el primer acontecimiento, ya que esta última se debió a una falla eléctrica. Ya se había hecho una inspección previa Añadió que en febrero pasado de hizo una revisión con equipo especializado para detectar los puntos calientes en los empalmes eléctricos y no se identificó ningún punto de falla. Con el análisis preventivo, de unas cámaras especializadas en identificar el calor, no día haber un hecho, solo que fuera fortuito, señaló. Cada dos meses se hace una revisión para ver si se amerita algún cambio en las terminales.
Etiquetas