Linieros transmiten fuerza y coraje; hoy celebran su día
Un oficio que demanda pasión, sacrificio y mucho autocuidado.
Cinco de la mañana, suena el despertador. De pie queda Irving Martinez allá en la comunidad de Las Cumbres. Primero agradece a Dios por la oportunidad de vida y seguido se prepara para la jornada laboral como técnico en la subestación de la Empresa de Trasmisión Eléctrica S.A (ETESA), en Rana de Oro, Pedregal.
‘No importa si el día empieza con una pertinaz llovizna; me arreglo y me dirijo al trabajo para dar lo mejor de mí”, comparte Irving, electricista de alta tensión.
Al celebrarse el último viernes de octubre, el Día Liniero y electricista de alta tensión, Irving reflexiona y dice que se trata de un oficio que demanda pasión, fuerza, técnicas y mucho autocuidado.
‘Estar en una subestación rodeado de equipos de alta tecnología y capacidad transformadora es bonito. Saber que en mis manos también está garantizar un servicio de primera necesidad – energía- me llena de mucho orgullo”, dijo.
Detalla que para lograr exactitud en el trabajo, antes de iniciar la jornada, el equipo realiza un Análisis de Trabajo Seguro (ATS), que es un protocolo que permite dar seguridad e integridad al personal en el cumplimiento de las labores en los patios de la subestación de 115 y 230 kV.
Sobre el riesgo que representa trabajar con electricidad acepta que ‘ciertamente hay que respetarla, miedo no, pero sí mucho respeto”. Los linieros de alta tensión son parte del recurso humano clave en las operaciones de ETESA.
Dentro de sus funciones es velar por el mantenimiento a 4,517 torres de alta tensión a lo largo de 3,160.59 km de línea de transmisión en voltajes de 230kV y 115kV y en 19 subestaciones.
Se trata de un equipo de trabajo comprometido con el país en garantizar la transmisión de energía de manera continua.