Panamá tiene mucha agua y, según datos del Banco Mundial, es el quinto país en el mundo con la mayor precipitación pluvial (lluvia) anual; a pesar de todo eso, la búsqueda de alternativas artificiales para más producción de agua no es descartada.
Una de ellas está a punto de concretarse y se llama sembrado de nubes. Carlos Vargas, vicepresidente ejecutivo de Ambiente, Agua y Energía de la ACP, explicó que la siembra de nubes consiste en volar un avión entre las nubes y con partículas higroscópicas hacer que se registren precipitaciones más rápidas sobre la cuenca.
Cuando este proceso se realiza, la lluvia que debe caer en la cuenca se mantiene allí y no es arrastrada por los vientos a sitios en la que no es necesaria.
Para el ambientalista Daniel Pino, quien lucha por la conservación independiente en Panamá, el tema es de cuidado, pues se nos ha indicado cómo esta práctica podría afectar el delicado balance atmosférico que existe en el planeta.
En su concepto, debe llover en todo el país, no solo en la cuenca, y no sabe con certeza si la manipulación del clima en un lugar pueda afectar otras áreas del país o hasta de la región completa, sin dejar de lado si el tipo de partículas usadas tendrá efectos en la salud.
Por su parte, el ingeniero Edgardo Villalobos, subdirector de Salud Ambiental del Ministerio de Salud, dijo que son muchas las prácticas que se pueden hacer en Panamá con tal de conseguir el vital líquido, pero que nada se hará sin el análisis respectivo.
Lluvia trabajada
El costo será de $2 millones si se hace realidad en el país.
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Yanelis domínguez
- @YanelisDD