Marco Manjarrez desde niño era bien allegado a la iglesia, pasión que lo llevó a fungir como catequista y luego seminarista, hasta que un hecho de sangre marcó su vida.
Él fue condenado a 20 años de prisión por el asesinato de monseñor Jorge Isaac Altafulla.
El 19 de mayo de 2002, Manjarrez llegó a la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, ubicada en calle 50 y le propinó 14 puñaladas al padre Altafulla, quien en ese entonces tenía 65 años de edad. En 2017, el Órgano Judicial le otorgó medida de libertad vigilada.
Hoy 8 de octubre de 2018, por primera vez y bajo el dedo acusador e interrogante de muchas personas, el ahora abogado, aceptó responder preguntas y respuestas a través de un en vivo en las redes sociales de día a día lo siguiente:
¿Por qué mató al padre Jorge Altafulla?
Por primera vez lo voy a decir. Para mí Jorge Altafulla, que en paz descanse, era una persona que representaba todo lo que un sacerdote no debía ser. Al principio hubo mucha admiración, luego poco a poco me di cuenta de que había cosas que no eran propias de un sacerdote. Yo lo confronté. Primero por la relación con una dama casada y con hijos. Este señor era médico y fue quien los sorprendió a ellos en su casa. También por un acto de sacrilegio y lo otro lo atribuí al racismo. A las personas que dicen que no hay excusa para matar, yo les doy toda la razón, pero que a esas personas cuando les toquen a un hijo, verán el hecho de otra forma.
¿Cómo trataba usted a Jorge Altafulla?
Durante una eucaristía me levanté a recibir una hostia y el padre Altafulla la tiró al piso. Fue un resentimiento que quedó ahí presente. El sadismo también aportó. Hay testimonios infinitos de él y la gente tiene miedo de hablar.
¿Qué sentiste cuando mataste al padre?
En ese momento pasó por mi mente que mi vida se había acabado. Todos estaban en shock, por ser un muchacho tranquilo y activo dentro de la parroquia. Yo en ese tiempo estaba estudiando Derecho en la Universidad de Panamá, iba por tercer año con materias de cuarto año.
¿Te arrepientes por este crimen?
Me arrepiento porque es un ser humano, aunque era una persona bastante difícil con quien lidiar. En varias ocasiones traté de quitarme la vida, porque era una realidad dura de afrontar. Todo lo que uno no quisiera vivir, lo vive en la cárcel. Fui violado una vez en la cárcel. Por inexperiencia uno toma cosas que alguien te da, parece que el té tenía algo y así fue como pasó.
¿Usted y el padre Altafulla tenían una relación sentimental?
Me gusta esa pregunta. Porque a raíz de un caso, que se está viendo, hay mucha especulación en las redes sociales. Si yo hubiera tenido una relación con ese señor, yo creo que ahora no estuviera sentado con usted ( la periodista). Me hubiera quitado la vida. La relación era agua y aceite. No congeniábamos para nada. Era una persona racista. Aprendí a lidiar con eso.
¿Usted escribió junto al piso en que yacía el padre: Sucio, no toques a mis pela'os?
Sí, lo escribí. Era con un lápiz labial, en un momento de ira por cosas que habían pasado.
¿Cómo ve hoy en día los escándalos de la Iglesia?
De todo hay en la viña del Señor, hay sacerdotes santos y entregados a su ministerio. Para mí, el padre Cosca es uno de ellos. Durante la audiencia que se me siguió a mí por el homicidio, había un sacerdote de la Iglesia San Gerardo Mayela y él tenía un comportamiento impropio con los menores de edad. Yo lo vi besándole el cuello y orejas a menores de edad y luego este sacerdote fue a rendir declaración y dijo que no me conocía a mí y que yo era un cristiano incompleto, habiendo yo sido catequista de esa parroquia y teniendo a mi cargo más de 30 niños durante diez años. Y cuando terminó la audiencia, el premio fue un viaje a Roma que le pagó el arzobispo de ese tiempo.
¿ Vas a la iglesia católica?
No, yo no asisto a la iglesia católica. Tengo más de un año yendo a la iglesia bautista. No tengo resentimiento, sino que hay muchas cosas difíciles de conciliar para algunas personas. No quiero ser piedra de tropiezo a esas personas, así que me mantengo al margen.
¿Sabía la iglesia de las anomalías del padre Altafulla?
Por supuesto que sí. Siempre se callan todo para mantener el prestigio de la iglesia. Crímenes contra menores de edad que datan de los '60 salen ahora porque la gente está perdiendo el temor. Cuando yo hablé con el padre Dimas Cedeño [Arzobispo metropolitano en ese momento] sobre el sacrilegio del padre, nunca hubo ninguna reacción. [El hoy arzobispo emérito de la Arquidiócesis de Panamá], José Dimas Cedeño, sabía de la relación que tenía Altafulla con la mujer casada.
¿Le han hecho prueba psiquiátrica?
Sí y arrojan que soy una persona normal e igual que todos. Me se los test de memoria.
¿Por qué tomó el caso del homicidio del hotel El Panamá donde está siendo investigado un padre?
Tendría que hacerle la pregunta a la licenciada Sarai Blaisdell, quien fue la que me contrató. No veo que porque se mencione a un sacerdote debe haber trato especial. Espero poder ayudar. Es un caso complejo. Me llama la atención que la persona que está detenida por este caso, no ha dado declaración todavía.
¿Ha recibido amenazas por parte de la iglesia?
Ellos no me han amenazado, pero han torcido brazos de personas de las que he querido respuesta.
¿Cómo anda con el tema de la idoneidad de abogado?
La que tarda de tres a seis mes, yo estuve que esperar dos años para que la Sala Cuarta de la Corte Suprema de Justicia me firmara mi idoneidad.
¿El padre Altafulla lo violó?
El padre no me violó. Lo diré así, al hombre no le gustaban los negros.
¿Por qué cree que hay tantos casos polémicos que mencionan a sacerdotes?
Esta es una olla de presión. Por lo menos debería ser opcional el casamiento de los padres. Nadie está hecho de palo. El sacerdote es un hombre que a veces experimenta mucha soledad y hay gente que se aprovecha. Los niños son dados a demostrar mucho afecto y si usted no está muy centrado, por ahí viene el problema.
¿La gente tiende a tapar la homosexualidad metiéndose a la iglesia?
Creo que hay gente reprimida que le han enseñado que el sexo en general es sucio y ellos están buscando un oasis para su conciencia que los atormenta.
¿Cómo trabajó para recuperar el tiempo perdido en sus estudios?
El 70% de mis créditos son de la universidad. El doctor Miguel Ángel Bernal y otros fueron mis profesores.
Hay gente que se cierra a este caso, piensan que hay que descalificarlo porque lo que hice allá adentro no vale porque estaba tras las rejas. Hacía mis exámenes orales.
¿Siente rechazo en la calle?
Para nada. Mucha gente sale y me habla y me aplauden por seguir adelante. Estoy contento con el trabajo que estoy haciendo ahora.
¿Qué le parece el silencio de la Iglesia por el caso del Hotel El Panamá que menciona al padre David Cosca?
Eso es lo que causa más morbo, es mejor hablar claramente.
¿Usted tiene pareja?
Por el momento a mí no se me pega ni un resfriado. Tuve una amistad con una muchacha extranjera, pero vi que no llenaba las expectativas. Son muy sincero con mi historia cuando conozco a alguien. Claro, quiero tener hijos, uno no tiene hijos con uno mismo. Quiero casarme, es lo más lindo del mundo.