La aberración sexual no tiene límites, sobre todo cuando la persona que debe cuidarte no lo hace, sino que la violenta.
Este es el caso de un hombre de 59 años de edad, quien abusaba sexualmente de su pequeña hija desde los 9 años de edad hasta los 16, cuando ella no aguantó más y se lo contó a su abuela.
Una docente también sospechó la situación al notarla cabizbaja, pero la estudiante se mantuvo callada.
Todo cambió cuando la madre supo la situación y denunció el caso ante las autoridades judiciales.
Este sujeto fue aprehendido y llevado a juicio por este hecho, el cual se realizó en noviembre, cuyo fallo condenatorio salió este mes, condenándolo a 23 años de prisión por la comisión de delitos sexuales.
La investigación dio a conocer que el abuso inició desde el año 2014 hasta 2020, en Colón y Panamá.
Esta sentencia fue el resultado de la investigación hecha por la Sección de Juicio Oral de la Fiscalía Regional de Colón y Guna Yala, que logró demostrar ante el Tribunal de Juicio de Colón su culpabilidad en los delitos de violación agravada y gratificación para fines sexuales a personas menores de edad.
Durante el desarrollo del juicio oral se presentó la teoría del caso, las prácticas de pruebas y los alegatos de clausura, logrando que se declarara culpable a este hombre.
El Tribunal de Juicio también impuso al sentenciado la pena accesoria de inhabilitación para el ejercicio de cargos, oficios o profesión en parques parvularios, centros escolares, campos o centros deportivos y áreas aledañas o en cualquier lugar donde regularmente se agrupen personas menores de edad, por el período de 10 años, una vez cumplida la sanción principal.
