Más fuerte que el ‘bullying’: La inspiradora historia de Laydis Vega, triatleta paralímpica
La originaria de Santiago, Veraguas, demuestra más que la verdadera fuerza no está en los obstáculos, sino en la voluntad de superarlos.
A Laydis Vega aún se les humedecen los ojos al recordar el acoso escolar que sufrió por no tener parte de su antebrazo izquierdo. Sin embargo, a sus 26 años, esta destacada triatleta paralímpica considera que esa es una prueba superada. Ahora, su enfoque está en su segunda participación en el Ironman 70.3 Panamá.
“Mi discapacidad me afectó mucho en la etapa escolar. La adolescencia fue especialmente difícil, al punto de que en un momento llegué a pensar lo peor. No soportaba las burlas ni el rechazo de mis compañeros”, relató Vega con voz entrecortada tras completar dos exigentes horas de entrenamiento en la Cinta Costera 3 y la Calzada de Amador.
Actualmente, Laydis se encuentra en plena preparación para el Ironman 70.3 Panamá, que se celebrará el próximo 25 de marzo. En esta competencia enfrentará un desafiante recorrido de 1.9 kilómetros de natación en aguas abiertas, 90 kilómetros de ciclismo y 21.1 kilómetros de carrera a pie. El año pasado completó estas distancias en un tiempo de siete horas y 11 minutos.
Desde 2016, Vega forma parte del Servicio Nacional Aeronaval (Senan), donde actualmente se desempeña como oficinista en el Departamento de Bienestar Laboral, Sección de Recreación y Deportes. No obstante, su camino no ha sido fácil. Recordó que, en su primera entrevista de trabajo, fue rechazada y enfrentó discriminación laboral debido a su discapacidad.
Pero gracias al inquebrantable apoyo de su familia -en especial de sus padres, hermanos y su hermana gemela-, así como de sus profesores, maestros de inclusión y el deporte, Laydis desafió los límites y rompió barreras. “Logré hacer todo aquello que un día me dijeron que nunca podría”, afirmó con determinación.
Su discapacidad es congénita. Según explicaron los médicos a sus padres, el hecho de haber compartido la misma bolsa gestacional con su gemela pudo haber afectado el desarrollo completo de su brazo izquierdo, o quizás el cordón umbilical se enredó e impidió su formación.
Originaria de Santiago, Veraguas, Laydis inició su vida deportiva a los 14 años en un curso de verano en 2012. Fue allí donde un entrenador la inspiró a practicar natación, y tan solo cuatro meses después, logró su primera medalla de oro en El Salvador, en la prueba de 100 metros espalda.
Desde entonces, su carrera ha sido una historia de esfuerzo y superación. En natación, su disciplina principal, ha competido en El Salvador, Costa Rica, Colombia, Argentina y Grecia. En triatlón, su talento la ha llevado a representar a Panamá en Estados Unidos, España y Colombia.
Ahora, con la vista puesta en su segundo Ironman 70.3, Laydis Vega demuestra una vez más que la verdadera fuerza no está en los obstáculos, sino en la voluntad de superarlos.