Mercado San Felipe Neri, dos años de operación y 18 horas diarias de buco movimiento
Administradores y comerciantes buscan atraer a más consumidores y estar en el mapa de las visitas o recorridos por la capital.
El Mercado Municipal San Felipe Neri resguarda una operación de amplias proporciones, dignas de una ciudad moderna. Es primero de los mercados de la Red Integral de Mercados Municipales, (RIMMU), que empezó a funcionar en instalaciones de primer mundo. Un cambio cuyo principal desafío fue el cambio de mentalidad de todos los involucrados en la operación del centro de comercio de alimentos.
De ese cambio hacen ya dos años y hoy día los involucrados en la operación diaria del San Felipe Neri, ven con satisfacción los avances alcanzados. El jefe del Departamento de Mercados de la Alcaldía de Panamá, Leonel Montes, explica que la operación del mercado abarca cerca de 18 horas diarias, siete días a la semana, incluyendo los horarios de limpieza, recepción de mercancía y atención de clientes.
“No ha sido fácil”, admite Montes, “toda las estructuras y el funcionamiento de los sistemas eléctricos, refrigeración y climatización del mercado, en jornadas de casi 24 horas, implican que nuestro margen de error se acerca al 0%”. El funcionario recuerda el reto que significó el inicio de operaciones. “Fue el lunes 11 de enero de 2021”, dice; “habíamos terminado operaciones en el área provisional donde hoy están los estacionamientos, el viernes anterior”, añade.
Cada día el mercado recibe mercancía desde las 2:00 a.m. a las 5:00 a.m., abren los primeros comerciantes y a las 7:00 p.m. se cierran las puertas al público, sin embargo, aún se mantiene personal en el sitio, para las labores de limpieza diaria.
El mayor desafío que enfrentaban entonces fue producir el cambio de mentalidad de los comerciantes que utilizan el mercado, “en eso momento la mayoría venían de haber operado en el Terraplén, en algunos casos nos costó convencerlos de que pasaran de partir las carnes en un tuco, para hacerlo en las instalaciones que les ofrece el mercado”, reseña Montes.
El mercado y la tecnología
San Felipe Neri es un mercado donde la tecnología juega un papel fundamental. “Los sistemas de refrigeración son programados digitalmente y tenemos un sistema de monitoreo de la estabilidad de la energía eléctrica”, explica Montes. Además, cuenta con un sistema de video vigilancia de todo el mercado y las áreas de almacenamiento. “Nuestros espacios de refrigeración son comunes, pero con controles, y la video vigilancia se evitan robos”, dice el funcionario.
“El 92% de nuestros comerciantes reciben pagos a través de plataformas digitales y nosotros nos mercadeamos también digitalmente”, dijo el jefe del departamento de mercados.
Un mercado modelo
San Felipe Neri, además de ser un referente para la Red Integral de Mercados Municipales, ha sido también visitado por representantes de mercados en Perú, la ciudad de Chitré, Montijo y San Miguelito. Además de compartir experiencias con mercados en Centroamérica y haber capacitado a parte de su personal en España.
Entre sus mayores desafíos está en mantenerse en la ruta de los consumidores, ya que por la dinámica demográfica de la ciudad la población está asentándose cada vez más lejos del sector en el que se ubica el mercado. Algo que Montes reconoce, pero afirma que hay ya estrategias para enfrentar ese reto: “Nuestra meta es desarrollar experiencias complementarias a la actividad del mercado en sí mismo”, dice.
El funcionario enlistó una serie de planes que están en la agenda del Mercado San Felipe Neri:
Actividades como charlas de orientación nutricional, agrícola y gastronómica, visitas guiadas de escolares (para lo cual se espera coordinar con el Ministerio de Educación).
Alianzas con Chefs, panaderos, cerveceros y cadenas de restaurantes, además de otros operadores de la industria de alimentos.
Convenios internacionales de intercambio cultural.
Alianzas con el sector turismo.
Desarrollo de actividades en la plaza pública que se incluye en el mercado.
Espacios para la comercialización de artesanías.
Desarrollo de restaurantes y bares en la terraza del mercado, para complementar la oferta del mercado.