Necesidad en medio de la audaz economía
En medio del andar constante de los turistas, las actividades comerciales características del sitio, un grupo de moradores de San Felipe ha optado por pernoctar en un terreno abandonado a un costado de la plaza Herrera, en el Casco Antiguo.
Cinco tiendas de acampar, dos toldas, una mesa plegable donde colocan algunos juegos de mesa, alimentos, botellas de agua, documentos y demás artículos son los que durante 15 días han estado acompañando a los residentes, quienes no cuentan con una vivienda fija.
Los foráneos se acercan, toman fotografías y algunos se preguntan a qué se deben los cartelones que han instalado en el lugar.
Son dos principales causas que mantienen a estas personas en este punto.
Para ellos lo más importante es que los dos terrenos en los que acampan no sean subastados como tienen conocimiento que se iba a realizar; allí les prometieron la construcción de unas viviendas de interés social.
Por otra parte, desde hace más de dos años fueron llevados a la escuela Nicolás Pacheco, a residir temporalmente, pero la palabra se ha extendido en el tiempo que llevan viviendo allí.
Esther Sánchez, presidenta de la Asociación de Moradores de San Felipe, indicó que no les ha quedado de otra que acoplarse a vivir en un centro educativo, pues lo que menos quieren es abandonar el barrio que los ha visto crecer.
"No es justo que se vendan al mejor postor los terrenos que son del Estado", recalcó.
Según información del Banco Hipotecario Nacional, los moradores están tranquilos y se mantienen informados sobre la suspensión de la subasta.
Los dirigentes calculan que escasamente 300 familias aún viven en el Casco Antiguo.
La decisión se mantiene en que la Escuela Nicolás Pacheco es un albergue temporal. Se le han estado haciendo mejoras, la comunidad ha tenido algunos inconvenientes y siempre hemos respondido. Ramiro Frías, MiviotDe 2015, las 28 familias llegaron a residir "temporalmente" en la Escuela Nicolás Pacheco. Desde el pasado 29 de octubre están en vigilia.