¡No coma cuentos! Detectan fallas en controles de calidad en aceites vegetales y jabones de tocador
Las etiquetas de los productos deben estar en idioma español, indicar el país de origen, el nombre del fabricante y el contenido o peso neto.
Cuando los consumidores adquieren productos no deberían desconfiar de la inocuidad, la cantidad, ni la calidad, toda vez que los fabricantes están en la obligación de mostrar en el etiquetado información veraz, que permita al comprador tomar su decisión, aseguró la especialista en temas de controles de calidad, Delia Castillo.
Pero esta premisa no necesariamente se cumple siempre, reconoce la experta, por lo que se hace necesario realizar constantemente pruebas de calidad, así como análisis comparativos periódicos, que permiten identificar el estado óptimo o no para consumo de un determinado producto.
Licenciada en química e ingeniera en alimentos con más de 27 años de trayectoria, Delia Castillo es la gerente de Calidad de Industrias Panamá Boston y recientemente realizó un análisis de una decena de aceites vegetales que se comercializan en Panamá, que son principalmente importados y entre los hallazgos, algunos de los productos no cumplían con las normas.
“Panamá sigue los parámetros del Reglamento Técnico Centroamericano que estipula que el para el aceite vegetal, el nivel máximo de acidez (ácidos grasos libres) es 0.10%, mientras que el peróxido -que da el primer grado de rancidez del aceite- debe ser máximo cinco miliequivalentes por kilogramo”, indicó.
De las muestras analizadas, algunos de los productos con fecha de expiración de principios de 2024, ya tenían niveles de acidez que rondaban el 0.08%, lo que podría derivar que antes de llegar a la fecha de caducidad, el nivel de acidez haya superado el rango permitido, advirtió la experta.
En cuanto a la cantidad de producto, análisis realizados en los laboratorios de Industrias PABO a más de una docena de jabones de tocador importados, se pudo identificar que varios tenían entre un 20 a un 25 por ciento de agua, lo que en términos sencillos se traduce en que se gasta más rápido o que dura/rinde menos.
Industrias PABO fabrica en Panamá jabones de tocador con porcentajes de agua que no alcanzan el 14%.