No a la violencia
Unos 200 estudiantes, docentes y padres de familia de El Valle de Antón, Coclé, marcharon para pedir el cese a la venta de licor que trae como consecuencia el maltrato y la violencia doméstica que se convierte en un verdadero día de brujas para las víctimas.
Los valleros decidieron salir por cuarto año consecutivo el día de brujas, pues aseguran que no celebran este día satánico, pero sí se disfrazan para dar a conocer a la sociedad que día de brujas es maltrato, golpes y violencia contra niños, jóvenes, adultos y mujeres que se quedan calladas en sus casas por temor a ser más maltratadas.
Marielena de Urriola, organizadora y miembro de la Cámara de Turismo de El Valle de Antón y otras organizaciones en pro de este pueblo turístico, dijo que lamentablemente en este corregimiento aunque hay menos cantinas que en Antón cabecera, sí hay exceso de venta de licor en áreas o casas clandestinas, las que se han encargado de aumentar los casos de violencia doméstica.
Manifestó que desde hace cuatro años se organizan porque no hay que celebrar el día de brujas, pues aunque los niños y niñas se disfrazan, el mensaje no es la celebración de esta fiesta extranjera, sino el dolor que significa para todos el golpe y la agresión física y verbal contra mujeres, niños y hasta hombres.
La marcha se realizó por las principales calles de El Valle de Antón. Además, participaron escuelas de El Valle y Sofre del norte de Penonomé, al igual que organizaciones cívicas y la Policía de El Valle.