La obediencia a los padres es la pieza clave para eludir el delito. Así lo afirmaron dos privados de libertad del Centro Penitenciario Llano Marín, a un grupo de 40 estudiantes del Instituto Carmen Conte Lombardo, como parte del Programa Prevención del Delito, Vinculación y Participación Estudiantil, que impulsa la Dirección General del Sistema Penitenciario (DGSP), a través del departamento de Tratamiento y Rehabilitación.
Yamily Tejedor, directora del centro penitenciario Llano Marín, detalló que se trata de un programa donde los privados de libertad relatan sus experiencias negativas que los llevaron a prisión y exhortan a los adolescentes que aún están a tiempo para corregir.
“Estamos llevando un mensaje positivo a los estudiantes de este plantel, en donde lo principal es crear la conciencia y llevar un mensaje para que ellos sean personas de bien, estudien, vayan por el buen camino y sean unos hombres y mujeres productivos para el país”, recalcó Tejedor.
Por su parte; Eva Berrocal, hermana Dominica de la Presentación, señaló que aceptaron la invitación del Sistema Penitenciario, para que alumnos con algún tipo de disciplina tomaran las clases de droga, para que sepan el riesgo que tienen y el sacrificio que realizan sus padres para que puedan estudiar.
Uno de los expositores, el privado de libertad Víctor López, con un lenguaje coloquial, exhortó al estudiantado que abracen a sus madres, que obedezcan a los adultos, se aparten de las malas gavillas, porque al final es la familia las que se quedan con el recluso y todos los demás se van.
Este es el segundo colegio que se expone este tipo de charlas por privados de libertad en el Programa Prevención del Delito, Vinculación y Participación Estudiantil, siendo el anterior el colegio Ángel María Herrera.