En la comunidad de Moscú, en el corregimiento del Arado en La Chorrera, hay un chico de 18 años que todos los días se para frente a un grupo de adultos entre 33 y 40 años para enseñarles a leer y escribir.
Su papá, su mamá, tíos y tías siete en total son sus estudiantes, quienes están cumpliendo el sueño de sus vidas; regresar imaginariamente a la escuela, a la que nunca asistieron cuando eran niños, para aprender a escribir sus nombres y poder contar los números.
Orlando Carpintero, es un maestro voluntario del programa "Muévete por Panamá, Yo sí Puedo" del Ministerio de Desarrollo Social Mides que dicta clases todos los días en su casa en dos turnos, mañana y tarde.
Por espacio de dos horas le enseña a su familia ortografía, y todo lo relacionado a la forma correcta de escribir, con el propósito que su familia se supere.
En lengua ngäbere, Orlando, motiva a su familia a identificar las vocales y armas frases cortas. El grupo entusiasmado responde y luego de unos minutos de haber iniciado la clases, van al tablero a escribir lo que han aprendido.
Martín Carpintero y Elisa Quintero de 37 y 40 años, aseguran que las clases están dando resultados. Para demostrar lo que han aprendido, Martín toma un piloto y escribe con dificultad su nombre.
Orlando, estudiante del Hogar Malambo de décimo grado, asegura que se trata del mayor desafío de su vida.
Cuando concluya el programa, su familia habrá completado un curso de 65 horas que les permitirá escribir sus nombres completos.