Panamá reabrió este lunes la aviación comercial e internacional y el turismo tras siete meses de pandemia del COVID-19 con sus fronteras aéreas limitadas, pero mantendrá restricciones de movilidad en un plan hacia "nueva normalidad" que se ha visto frenado en el último momento ante la vigencia de los riesgos de la pandemia en curso.
"Hoy es un día de esperanza para Panamá y para las conexiones de América y el mundo; y es, sin duda, un impulso importante para la reactivación económica de nuestro país", dijo el presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, en el aeropuerto de Tocumen, el principal del país y un importante centro de conexiones para la región y que desde hoy vuelve a operar sin limitaciones.
Este lunes, según el plan ideado por el Gobierno hacia "la nueva normalidad" basado en la reapertura de actividades económicas y el desconfinamiento social, se reactiva la aviación internacional, actividades turísticas, hoteles, industria creativa, bibliotecas, ocio cultural al 50% y piscinas a un 25% de su capacidad y los juegos de azar, y se autorizó la reapertura de escuelas públicas para el personal administrativo y directivo.
Este cronograma contemplaba para hoy la eliminación de las restricciones de movilidad aún vigentes, como la cuarentena los domingos y el toque de queda nocturno, pero una decisión tomada a última hora prorrogó su continuación debido al temor de un posible rebrote del nuevo coronavirus.
El Gobierno también ha prorrogado indefinidamente la prohibición del uso de las playas, el principal atractivo turístico del país, aunque Cortizo instó hoy públicamente al Ministerio de Salud reconsiderar esta misma semana esa decisión.
La decisión fue criticada por varios gremios, entre ellos los empresarios, quienes pidieron "coherencia" al Gobierno para la reactivación de la economía, y el sector turístico al confirmar que dichas limitaciones no suponen una "verdadera" reapertura.
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APERTURA TOTAL DEL AEROPUERTO: UN FRENTE OPTIMISMA ANTE LA INCERTIDUMBRE
"El día de hoy estamos optimistas por la reactivación aeroportuaria en Tocumen", dijo a Efe el gerente general del Aeropuerto Internacional de Tocumen, S.A. (Aitsa), Raffoul Arab.
Tocumen, considerado como el "hub" de las Américas, comenzó a recibir y despedir este lunes los primeros vuelos internacionales con 80 operaciones diarias a 14 destinos, 36 ciudades de América y Europa, operados por siete aerolíneas.
Para entrar a Panamá es necesario tener una prueba de PCR o de antígeno negativa al COVID-19 con un máximo de 48 horas previas, la cual también podrá realizarse bajo costo en los tres centros de hisopado del aeropuerto.
"Se espera que para noviembre y diciembre se sumen tres aerolíneas más, pues el ritmo de actividad aumentará paulatinamente a media que el resto del mundo abra sus aeropuertos y reactive sus economías", señaló el presidente Cortizo.
El aeródromo comenzó el pasado 31 de julio con el funcionamiento del llamado Centro de Operaciones Controladas para la Interconexión de la Aviación Internacional, que limitaba los vuelos comerciales internacionales suspendidos hasta seis veces por el Gobierno panameño.
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UN IMPULSO PARA EL TURISMO
Su reapertura total supone un impulso para el Turismo, paralizado desde hace siete meses, y la economía panameña, la cual se espera que caiga entre un 9 % y 13 %.
"El sector turístico depende en gran medida de los viajes internacionales, y del principal puerto de entrada, el aeropuerto de Tocumen, donde nos encontramos felices de iniciar este proceso gradual de apertura", dijo a Efe el secretario (ministro) de Turismo, Iván Eskildsen.
Los hoteles en Panamá comienzan a operar desde este lunes, pero según datos de la Asociación Panameña de Hoteles (Apatel) sólo abrirán 36 % en octubre; una cifra que puede verse afectada debido a la continuación de las restricciones.
Panamá, con 120.313 casos detectados hasta este lunes del coronavirus SARS-CoV-2 y 2.491 decesos por el COVID-19, es el país de Centroamérica más golpeado por la pandemia. Desde el pasado marzo, cuando se detectó el primer contagio, mantiene su economía semiparalizada y limita la movilidad ciudadana con severas restricciones.
En septiembre, el Gobierno aplicó un cronograma "hacia la nueva nomalidad" que se ha visto modificado para evitar un rebrote.