Ya no parece la misma. La mezcla de olor a aguas negras, quioscos de zinc cayéndose al pavimento y una cadena de conexiones de electricidad mal puestas, era el panorama que por muchos años se vivió en la área comercial de Calidonia.
Ahora las cosas en el lugar han cambiado, pues dejó de ser un sitio físicamente macabro y olvidado. ¿Qué hay de nuevo?
El auge de los comercios comienza desde las 7:00 a.m. Los salones de belleza son los primeros que abrir sus puertas, ya que las mujeres que tienen turnos de trabajo temprano se van a embellecer a esa hora.
Le siguen las lavanderías y así hasta que llegan las 9:00 a.m, cuando los almacenes comienzan abrir sus puertas.
De los buhoneros que antes tenían puestos viejos, sucios e improvisados ya quedan pocos. Así las cosas, los visitantes pueden caminar tranquilamente por las aceras libres de "checheres" viejos y mercancías".
Sin embargo, los objetos que ellos venden siempre son necesario, pero bajando Calidonia está el Mercado de Las Américas, su nueva casa.
Ahora no hay que brincar montones de basura, ni mucho menos evitar los huecos en la aceras, ya que los adoquines colocados en este lugar son la vistocidad del área, especialmente a quienes les gusta caminar.
Estas piezas son piedras o bloques labrados de diferentes formas e incluso actualmente de variados materiales.
Este ha sido el material más utilizado para la renovación de la ciudad.
A pesar de los cambios positivos que a simple vista se preciben, de la aceptación de los comerciantes y visitantes, no todos los buhoneros están satisfechos.
Muchos de ellos, como Pedro Peralta, sostienen que los cubículos de los mercaditos son pequeños, están expuestos al sol y la lluvia, fuera de que sus ingresos se ven mermados por la nueva ubicación que no es tan ventajosa. Aparte, relató que los contenedores de metal se convierten "en hornos".
Para el alcalde capitalino, José Isabel Blandón, el proceso no ha sido fácil, pues se trata de casi 300 vendedores y los espacios disponibles no son suficientes.
A su criterio, el objetivo es lograr un reordenamiento para recuperar la servidumbre y los espacios públicos de la urbe.
La Alcaldía de Panamá también inauguró una Clínica Municipal en el Mercado de las Américas con el apoyo de la Asociación Nacional de Clubes de Leones.