Como un bombero apagando fuegos llegó ayer el ministro de Desarrollo Agropecuario, Eduardo Enrique Carles, a la protesta que tenían los arroceros de Panamá Este y la provincia de Darién.
A su arribo, los arroceros encararon al ministro y le reclamaron por las importación de arroz, quién les va a comprar la cosecha, la devolución de los camiones llenos de grano por parte de los molineros, entre otros temas.
"Los arroceros nos sentimos traicionados por el Gobierno porque están trayendo arroz importado", expresaron los productores, quienes advirtieron que si el Gobierno no va a construir infraestructuras silos y molinos, dejarán de sembrar.
El ministro Carles indicó que la solución inmediata es aumentar la compra de arroz nacional; segundo, impactar con una compra de arroz en cáscara, y tercero, ofrecer un servicio de almacenaje a los productores.
Señaló que la agroindustria nacional está haciendo lo posible para activar la molienda y el Instituto de Mercadeo Agropecuario IMA está comprando y poniendo el producto en sus ferias.
Según Carles, la idea es que en los próximos días puedan presentar a los productores un proceso de compra de arroz en cáscara nacional y se empezará con un primer tramo de 100 mil quintales.
En cuanto a las denuncias de los arroceros sobre los molineros, expresó que le pedirá a la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia Acodeco que hoy realice una verificación nacional de las pesas de los molinos.
Amílcar Sánchez, presidente de los arroceros de Panamá Este y Darién, manifestó que llegaron a un acuerdo con el ministro de abrir las compras de 100 mil quintales.
Añadió que esto resuelve el día a día, pero hay que ir buscando otros mercados porque la cosecha en su sector es de más de dos millones de quintales, pues si esto no se hace, la cosecha nacional está en peligro.
Solo en Panamá Este y Darién, la próxima cosecha es de más de dos millones de quintales.