La Policía Nacional a través de la Dirección Nacional de Investigación Judicial realizaron diversas operaciones estratégicas, para fortalecer la seguridad durante el combate frontal contra la explotación sexual y la Trata de Personas, cuyos delitos emergen ante el crimen organizado; donde los explotadores sexuales y los tratantes pueden ser externos y domésticos e incluso hasta familiares de las víctimas.
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Según las investigaciones preliminares, la explotación sexual puede acontecer en los centros escolares, el hogar, las comunidades, además en el entorno laboral y durante la socialización digital en las redes sociales.
Entre los factores de riesgos y condiciones de vulnerabilidad en las víctimas de abuso sexual, violación sexual, de ellas figuran las siguientes: La mendicidad o estancia prolongada por las calles y lugares públicos.
La deserción escolar que afecta directamente a los niños, niñas y adolescentes, mujeres jóvenes procedentes de la migración irregular.
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La adicción a las drogas, la pobreza y la no satisfacción de las necesidades más apremiantes.
La falta inminente ante la necesidad de trabajo, la inseguridad búsqueda de empleo.
La exposición a las redes sociales de forma indiscriminada.
El trabajo infantil, el asecho a la captación de las posibles víctimas a través del Ciberdelito vinculados a la Explotación Sexual.