¡Preocupante realidad! Maternidad adolescente afecta principalmente a indígenas y afrodescendientes en Panamá
Desde Unicef resaltan que el embarazo adolescente tiene un impacto significativo en la vida de niñas y mujeres, ya que pone en riesgo su salud y limita sus oportunidades educativas y económicas, perpetuando ciclos de pobreza y desigualdad.
Unas 14.364 mujeres adolescentes, entre los 10 y 19 años, son madres en Panamá, país que penaliza las relaciones sexuales con menores de edad, según cifras divulgadas el pasado miércoles que fueron recogidas por Unicef con base al ‘XII Censo de Población y VIII de Vivienda, década 2020’.
“Las tasas de embarazo adolescente en Panamá han ido descendiendo con el tiempo. Pero, por su puesto, un embarazo o madre adolescente tiene consecuencias a largo plazo”, dijo a EFE la especialista de monitoreo y evaluación de Unicef en Panamá, Anilena Mejía.
Esas 14.364 madres adolescentes representan el 4 % del total de mujeres en ese rango de edad, según ese documento lanzando en el marco de la conmemoración del 35 aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño y Día Mundial de la Infancia.
En concreto, el 70 % de esas jóvenes con hijos tienen entre 18 y 19 años (10.049), el 29 % tienen entre 15 y 17 años (4.102) y un 1 % están entre los 10 y 14 años (213 niñas), detalla el informe.
“El embarazo adolescente tiene un impacto significativo en la vida de niñas y mujeres, ya que pone en riesgo su salud y limita sus oportunidades educativas y económicas, perpetuando ciclos de pobreza y desigualdad”, señala el documento de Unicef.
Así, Unicef recuerda en ese informe que el Código Penal panameño establece como un delito de violación las relaciones sexuales con menores de 14 años. Sin embargo, pese a que las relaciones con personas entre 14 y 17 años también se consideran una transgresión, el delito es de menor gravedad.
“Por ello, en la mayoría de los casos, el embarazo adolescente es una prueba de que un delito sexual fue cometido”, apunta el documento.
Indígenas y afrodescendientes, los grupos poblaciones más golpeados
El 59 % de las adolescentes madres es de etnia indígena, mientras que el 21 % son afrodescendientes, el 3% declararon ser tanto afro como indígenas y el 20 % restante no declaró “autorreconocimiento afro ni indígena por lo cual puede ser considerada como de otras etnias”, según el informe.
“Las zonas rurales y de difícil acceso hay menos acceso a servicios integrales de salud, educación y de prevención del embarazo en la adolescencia por la distancia de esta zona”, detalló la experta.
El 61 % de las madres adolescentes se concentran en zonas rurales mientras que el 39 % en áreas urbanas. La mayoría de esas jóvenes con hijos en el campo viven en la comarca Ngäbe-Buglé, siendo un 31%, seguido de un 13% en Bocas del Toro (Caribe fronterizo con Costa Rica) y un 12% en Chiriquí (limítrofe con Costa Rica).
Madre adolescente: el 60 % está fuera de la escuela
La exclusión educativa es “más común en las madres adolescentes”, pues supone un 60 % entre esas jóvenes con hijos entre los 10 y 17 años, destaca el informe de Unicef. Y el 62 % de las madres 15 a 17 años no estudia ni trabaja, una cifra alta en comparación al 7 % entre aquellas del mismo rango de edad que no son madres.
“Hay que recordar que las madres adolescentes (tienen) una alta carga de cuido de sus hijos, también la tasa de participación en la escuela es más baja en las madres adolescentes. Esto puede estar relacionado con los ciclos intergeneracionales de pobreza y desigualdad”, explicó Mejía.
En cuanto a protección social, el 20% de las adolescentes madres entre los 10 a 19 años viven en hogares que reciben alguna transferencia monetaria. Además, el acceso a becas es menor en madres adolescentes (48 %) frente al total de las personas de este grupo etario (61 %), “probablemente relacionado con su menor acceso a la educación”, apunta el informe.
Además, tienen menos acceso y uso de internet, ya que solo el 43% de las madres adolescentes logra conectarse a internet y la tasa de uso es del 50 %.