Una Navidad diferente se vivió en el Centro de Rehabilitación y Transitorio Tinajitas. En un gesto significativo, las autoridades del Ministerio de Gobierno y la Dirección General del Sistema Penitenciario (DGSP) ofrecieron un almuerzo navideño, preparando un sabroso menú digno de una mesa festiva.
El exquisito menú, que incluía tamales, jamón, arroz y ponche de huevo, fue degustado por las personas privadas de libertad, quienes expresaron su felicidad por ser tomados en cuenta en una fecha tan especial.
La ministra de Gobierno, Dinoska Montalvo, junto al secretario general Ángel Calderón, el director del Sistema Penitenciario, Jorge Torregroza, y otros funcionarios, se involucraron desde temprano en la cocina de Tinajitas, trabajando codo a codo con los privados de libertad y el apoyo de Conalipa.
La armonía característica de la Navidad se evidenció en cada aspecto de la preparación: desde la picada de los guisos, la molienda del maíz y la masa, hasta la elaboración del jamón y el amarre de los tamales. Este ambiente festivo fue resaltado por Montalvo, quien subrayó que el objetivo principal es compartir con las personas en privación de libertad y celebrar la Navidad como se debe. "Los privados algún día regresarán a la sociedad y tenemos la obligación de trabajar con ellos para que tengan nuevos comienzos", enfatizó.
La ministra también destacó los esfuerzos realizados para llevar a cabo el Bazar de Navidad y otros programas de resocialización, afirmando que los privados de libertad se lo merecen. “Son personas iguales a nosotros, son padres, abuelos, hermanos, hijos que están aquí, que piden una nueva oportunidad”, comentó.
Luis Barsallos, uno de los privados de libertad, expresó su alegría por esta experiencia transformadora. "Es importante que nos miren y se nos tome en cuenta; deseamos demostrarle a la sociedad que queremos ser productivos", dijo. Francisco García también privado de libertad, manifestó su agradecimiento hacia la titular de Gobierno y el Sistema Penitenciario, señalando que, a pesar de su situación, han sido considerados como prioridad, lo cual actúa como una fuerte motivación para ellos.
Monseñor José Domingo Ulloa agregó que este día representa algo diferente en un centro penitenciario, donde también nace Jesús. Subrayó la necesidad de programas de resocialización, afirmando que todos los ciudadanos, independientemente de su situación, tienen derecho a participar en procesos rehabilitadores.
En total, 437 privados de libertad recibieron con beneplácito esta noble distinción, disfrutando de un almuerzo que simboliza la esperanza y la posibilidad de nuevos comienzos en sus vidas.