Producciones audiovisuales se levantan como una nueva forma de protesta social
Cada vez vemos más producciones que denuncian y sacan a la luz temas que por años nuestras sociedades han encubierto y a los cuales se les da la espalda.
Con el aumento de violaciones a derechos humanos, migración, autoritarismo, desigualdades, invisibilización y manipulación en redes sociales surge una nueva narrativa (discurso) con películas, documentales y demás producciones audiovisuales o híbridos, que se convierten en un medio de denuncia, evidencia y símbolo de lucha ante la injusticia, desapariciones, impunidad y corrupción que llegan a diferentes plataformas digitales en momentos de una emergencia mundial.
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Para Terri Thrush, productora de cine panameña, “muchas cosas han cambiado en el último año y entre ellas está el consumo de películas y series de televisión. Hemos visto con mayor fuerza al séptimo arte como un canal que denuncia mediante los guiones de documentales y películas las injusticias sociales y todos aquellos aspectos que como humanidad queremos corregir”, explicó.
Cada vez vemos más producciones que denuncian y sacan a la luz temas que por años nuestras sociedades han encubierto y a los cuales se les da la espalda.
Ya lo dice, Carles Sora (Universitat Pompeu Fabra) en “Ecologías, prácticas y lugares del documental interactivo”, considerando que las prácticas documentales digitales actuales están generando nuevas aproximaciones al hecho documental, al concepto de archivo, de representación, de autor, de linealidad y de su relación con la sociedad” a diferencia de las digitales que son imágenes documentales auto constituidas e incompletas (manipulables), que circulan en redes y que se representan en entornos simulados e inmersivos.
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También, la autora Miren Gutiérrez (Universidad de Deusto) destaca que “la hibridación está impregnando todos los campos de la comunicación; los documentales no son una excepción.
Un ejemplo es el proyecto “Left-to-die Boat”, un relato visual de cómo 63 refugiados perdieron la vida en 2011 cuando su barco estaba a la deriva en las aguas costeras de Libia. Aunque desafía la clasificación, el proyecto “Left-to-die Boat” combina técnicas documentales (voz en off, banda sonora, archivos, recreaciones y entrevistas directas) junto con análisis de datos y visualizaciones para sacar a la luz una tragedia ignorada, galvanizar las demandas de cambio en las políticas migratorias europeas y apoyar casos judiciales con pruebas de violaciones de los derechos humanos.
“Es por estas razones que las reconstrucciones del pasado a través de textos audiovisuales se han incrementado exponencialmente durante la última década, lo que ha propiciado, a su vez, la emergencia de una necesidad de analizar, conceptualizar y comprender un panorama saturado de representaciones visuales de la historia que sustituyen a las narraciones orales y los relatos tradicionales creando nuevas opciones para los púbicos”, detalla Terri Thrush.
Próximamente la productora Terri Thrush lanzará un documental que denuncia el abuso sufrido por menores de edad en centros de protección creados precisamente para salvaguardar a la infancia, y que se convirtieron en lugares en donde se cometieron flagrantes delitos.