La Coordinadora Nacional de Pueblos Indígenas de Panamá (COONAPIP) destacó que es triste y doloroso recordar la fecha del 12 de octubre, porque representa la nefasta historia que vivió el pueblo originario de Panamá y América por la masacre, exterminación, discriminación y destrucción masiva a la que fue condenado por los colonizadores que llegaron a estas tierras.
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La dirigencia de COONAPIP lamenta que cada 12 de octubre el mundo insista en vender la fecha como una celebración, como un descubrimiento, como el encuentro de dos razas, como el Día de la Hispanidad, cuando realmente, es una fecha que trae a la memoria los tiempos oscuros y terribles que vivieron millones de hermanos originarios, cuyas secuelas todavía nos alcanza con la discriminación, la pobreza, la desnutrición, las enfermedades y la muerte permanente cuando hay un abandono total de las autoridades de gobierno de las regiones indígenas.
Son 527 años de resistencia de nuestros pueblos originarios, y todavía seguimos luchando por nuestros derechos, por nuestra dignidad, por nuestra cultura, por nuestras tradiciones, por la continuidad de nuestras generaciones que vive el impacto de la discriminación, la pobreza y la falta de oportunidades para avanzar como pueblo, recriminó Marcelo Guerra, presidente de la COONAPIP.
Siguen buscando la manera de hacerse notar
Para el dirigente originario, en Panamá, aún cuando gobierno tras gobierno, dicen que hay millonarias inversiones en las regiones indígenas, la realidad es que no hay respuestas concretas a los temas que preocupan a los pueblos y territorios, donde la escasez de recursos y la falta de los servicios básicos, superan las propagandas y estadísticas de supuestas mejorías en la calidad de vida de los grupos originarios.
Seguimos escuchando de millonarios aportes y préstamos a nombre de los pueblos indígenas del país, sin embargo, en la práctica, esos millones no llegan a las regiones que realmente lo necesitan, y se mantiene ese trato milenario contra nuestros pueblos de mentira, de apropiación de nuestros recursos, discriminación, desalojo de nuestras tierras y el irrespeto institucionalizado contra nuestras tradiciones, cultura y todo lo que signifique pueblos originarios, lamentó Guerra.
El líder indígena manifestó que la Coordinadora Nacional de Pueblos Indígenas de Panamá-COONAPIP no descarta las manifestaciones y protestas en las calles como única alternativa tradicional para que las autoridades volteen la mirada a los pueblos originarios, y brinden las respuestas a sus necesidades, un instrumento de lucha que los pueblos están dispuesto a tomar para defender sus derechos.
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En esta triste fecha, igualmente, reiteramos nuestra solidaridad con los hermanos indígenas del Ecuador que todavía hoy, 527 años después de la mal llamada Día de la Raza, sigue bajo la opresión, la masacre, el genocidio y la destrucción por un gobierno que antepone los intereses de los organismos financieros internacionales contra los intereses de la mayoría de su pueblo que hoy sigue luchando por sus reivindicaciones, concluyó Marcelo Guerra.