El Colegio Nacional de Laboratoristas Clínicos de Panamá (Conalac) rechaza el uso de pruebas caseras para detectar casos positivos de COVID-19.
El gremio debatió en asamblea extraordinaria el anteproyecto de ley que propuso la diputada Kayra Harding, que promueve la importación, venta y distribución de pruebas caseras para detectar COVID-19 y las compras del Gobierno de estos test rápidos.
La desaprobación del gremio se debe a muchos factores técnicos, que conlleva estas clases de pruebas caseras, y que a su criterio no fueron tomadas en cuentas en la toma de decisión ligera por los proponentes al anunciar sus compras anticipadas e inconsulta, principalmente a nuestra profesión.
"Estas pruebas tienen un grado de sensibilidad muy bajo por lo que podría darse un aumento de falsos positivos y falsos negativos en la población, que no conoce los principios básicos de funcionamiento de esta prueba, causando más contagio y más riegos en la salud", indican mediante una resolución.
El colectivo sostiene que en diversas ocasiones a las autoridades pertinentes les han propuesto soluciones para evitar las largas filas y aglomeraciones de la población, como la creación de otros puntos de hisopados y el nombramiento de profesionales idóneos del laboratorio clínico para la realización de las pruebas.
Punto de vista:
De acuerdo con Julio Nieto, presidente del Conalac, las pruebas de hisopado nasofaríngeo pueden tener una inconsistencia si no se toman de la manera correcta y tienen una sensibilidad entre un 60 y 70%.
Es decir, que de cada 10 pacientes, entre 3 a 4 pacientes pueden tener un falso negativo siendo positivo, mientras que las pruebas nasales, propuestas en un anteproyecto presentado por la diputada Kayra Hanrding tienen una sensibilidad de 30%.