Los proyectos del Centro Educación Básica (CEB) José Encarnación Escala y el Colegio Moisés Castillo Ocaña, ambos de la región educativa de Panamá Oeste, tienen un significativo avance en los trabajos de construcción y remodelación.
El Colegio Moisés Castillo Ocaña, que se edifica con una inversión de $17 millones, tiene avance de 34%. Este contempla la construcción de aulas teóricas, laboratorios de mecanografía computarizada, tecnología, comercio, servicios turísticos, idiomas, práctica profesional y tres módulos de servicios sanitarios, gimnasio, graderías, aula de educación física, cancha de baloncesto y sintética techada, edificio para la banda de música, tanque de almacenamiento con sus bombas, entre otros.
También los pabellones existentes A, B, C de la planta baja y alta que podrán ser utilizados a principios de octubre del presente año, para la comodidad de los 3,400 estudiantes.
El CEB José Encarnación Escala registra un avance de 84% y una inversión de 10 millones de dólares que contempla la construcción de 15 aulas teóricas, laboratorios de física, química, biología, informática, de multiuso, comedor, cerca perimetral, cancha de balompié y otros.
También cancha para actos cívicos, tanque de reserva de agua, entre otras adecuaciones que se espera puedan ser utilizadas al inicio de 2023 por 900 estudiantes, desde preescolar hasta premedia.
Representantes del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y de la Dirección de Proyectos del Ministerio de Educación (Meduca), visitaron las escuelas con el objetivo de inspeccionar las labores y si estas son utilizadas por los estudiantes.
“Estas escuelas son parte de la acción y el desarrollo que el CAF realiza con más de ocho proyectos escolares en Panamá, por un costo de $400 millones y lo que se pretende es apoyar e incluir más colegios”, destacó Sebastián Abbatemarco, director de Proyectos Región Sur de la Vicepresidencia de Desarrollo Sostenible de CAF.
El director de Proyectos del Meduca, Eduardo Villarreal, dijo que la intención es mantener el ritmo de trabajo en las nuevas construcciones y una secuencia estratégica de reubicación de los estudiantes, durante la ejecución para que no pierdan clases.
Estas nuevas escuelas, los niños y jóvenes chorreranos que viven en estos sectores, podrán estudiar en aulas y espacios de aprendizaje renovados que será determinante para obtener los resultados académicos esperados.