Sacerdote capturado por supuesta violación, venía a una cita médica a Chiriquí
La audiencia se realizó en el Juzgado Penal del I Circuito Judicial de San José, donde el juez impuso la medida de prisión.
El sacerdote Jorge Arturo Morales Salazar, quien fue aprehendido el 21 de marzo en Paso Canoas, de nacionalidad costarricense, fue llevado ante un Juez de garantías en Costa Rica, donde se impuso como medida cautelar tres meses de detención preventiva, por el delito de abuso sexual, pese a que la defensa del imputado alegó que el padre tenía como destino la provincia de Chiriquí, para una cita médica.
Ver más: Mujer pierde la vida en medio de un incendio en Arraiján
La audiencia se realizó en el Juzgado Penal del I Circuito Judicial de San José, donde el juez impuso la medida de prisión y envió su traslado al centro penal de la capital de este país.
Alejandra Araya, representante legal del sacerdote, niega que Morales estuviera tratando de salir del país para no volver y afirma que tenía una cita médica en la ciudad de David, donde le atenderían una falla renal grado 5 que padece.
Él no tenía ningún impedimento para salir del país y en virtud de ello se traslada a Panamá a la provincia de Chiriquí, a efecto de realizarse dos exámenes nucleares, ser atendido por el nefrólogo y regresar el lunes (25 de marzo), comentó Araya.
Autoridades continúan con los protocolos de seguridad
El día de la detención, en la Curia Metropolitana confirmaron que el sacerdote tenía la obligación de notificar su salida, a lo que la abogada respondió:
Existe la situación de que si usted va a salir en menos de una semana no debe avisarlo, es lo que se me informa, puntualizó.
Ver más: Daniel Habif no solo sorprendió a Priscilla, también ora por su recuperación
El padre Jorge Morales es investigado por presuntamente abusar de un menor de edad, cuando tenía entre los 17 y 19 años identificado como Fabian Arguedas entre los años de 2009 y 2011 en el templo del Perpetuo Socorro en Sabana Sur y en la Clínica Católica en Costa Rica
Al cura en los últimos meses lo relegaron de algunos servicios sacerdotales y estaba ubicado en un convento de monjas, donde únicamente podía oficiar misa a ellas y no al público particular.