El olor a palomitas, cómodas butacas y grandes pantallas encantan y motivan a los amantes del séptimo arte, sin embargo, muchos prefieren disfrutar de series y películas desde la comodidad de sus hogares, tras la llegada de plataformas en línea o servicio de VOD por streaming que, al parecer, le han robado cierto público a las salas de cine.
Pero, "el daño no se siente tanto", dice Amet Delgado, subgerente de la cadena de cines, Cinemark en Albrook, porque las plataformas antes mencionadas se enfocan mucho en series y documentales, y rara vez transmiten películas que están en cartelera, por ello cree que no afectan directamente al cine.
Además, las salas de cine siempre se encuentran en constante evolución para mantener satisfechos a sus clientes y no salirse del mercado, explica Delgado. De hecho, Cinemark, ubicado dentro de un centro comercial, ha incluido salas VIP para quienes prefieren ver una película más cómodo y recibir una atención personalizada.
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Otra novedad son las butacas D-BOX, sillas con movimiento que están sincronizadas con el audio de las películas que se transmiten.
Aún así, las salas de cine tienen temporadas altas, medias y bajas, temporadas de las cuales no son culpables las plataformas, de acuerdo con Delgado.
No hay comparación
Varios amantes del cine consultados dijeron que las salas de cine no se pueden comparar con ver películas desde sus hogares, a través de una plataforma en línea. Creen que aquellos que se quedan en sus casas, lo hacen porque no les gusta salir o prefieren ahorrar el dinero.
Santos Oliveros es un periodista que ama el cine, pero entró a analizar el factor económico de las salas de cine.
"Hay familias grandes, y si van al cine, el costo es mayor. Si hacemos cuentas, cada boleto cuesta alrededor de cinco dólares, y si son cinco miembros en la familia, solo en las entradas se van 25 dólares", cuestionó.
Otro punto a discutir, de acuerdo con Oliveros, son las experiencias poco satisfactorias que se llevan algunos visitantes de las salas de cine, como encontrar un lugar sucio, demoras en las filas a la hora de comprar golosinas o incluso, mala calidad de sonido.
Aún así, Oliveros, quien se describe como un cinéfilo, considera que las plataformas no influyen mucho porque, "nada se compara con todos los factores que te envuelven en el cine", entre ellas, el clásico susto del público durante las películas.
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De hecho, el comunicador social tiene una cuenta de la popular plataforma, Netflix desde hace tres años, pero, continúa asistiendo al cine para vivir la experiencia al máximo.
La esencia del cine
De acuerdo con el sociólogo, Marco Gandásegui el cine no ha cambiado, pues su objetivo sigue siendo el mismo que cuando se convirtió en un medio masivo desde a mediados del siglo XX, el cual se trata de entretener y crear una ideología consumidora masiva, aunque indica que eso depende de la perspectiva de cada persona, porque con la evolución -refiriéndose a los efectos visuales en las películas -para unos ha mejorado, pero para otros ha empeorado.
Gandásegui cree además, que se debe hacer un estudio de "¿a dónde va la pareja de hoy en día?, pues en el siglo XX iban al cine, ¿y ahora?"
El cine en diez años
El cine no está en peligro de desaparecer en los próximos años, asegura Amet Delgado de Cinermark, siempre y cuando se lleve una buena metodología para trabajar, ligado con la tecnología, y sacando al mercado buenas películas que motiven a las personas a verlas.
Lo fundamental en el cine es la publicidad de las películas, indica Delgado. La Gerencia debe darle mucha promoción, desde la taquilla o llamar a los clientes para ofrecerle los productos del cine, con precios accesibles y siempre brindando una buena atención al público. Y siempre, mejorar para satisfacer al público.
Para este escrito se intentó contactar a la Gerencia y supervisores de otras cadenas de cine en Panamá, sin embargo, por códigos de ética, prefirieron no comentar al respecto.