- Lago
- El lago bayano es muy profundo y la visibilidad que tiene es casi nula.
Dios mío, Dios mío, muchachos, esta fue la última frase que Ángel Jesús Mendoza Rodríguez, de 25 años, le escuchó a su amigo antes de que desapareciera en las aguas del lago Bayano. Después de expresar esas palabras, levantó su mano y se despidió, dijo agobiado Mendoza.
Eran las 2:30 p.m., del pasado domingo, cuando Manuel Serrano y 14 personas más, a bordo de un bote y sin chalecos salvavidas, navegaban por el lago Bayano con destino a la comunidad de Maje, Chepo, para disputar un partido de fútbol.
De repente, el tiempo cambió y empezó a lloviznar y a soplar una brisa muy fuerte que amenazaba con inundar la nave, por lo que Serrano y otros tres hombres más se lanzaron al lago para salvar al resto de la tripulación.
Después de 30 minutos en el agua, Serrano no aguantó y se perdió en las verdes aguas del lago, sus otros tres compañeros fueron rescatados por un señor quien pasaba en su bote cuando estaban a punto de ahogarse.
Kerling Gutiérrez, jefe del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc), del área este, explicó que la embarcación tuvo problemas, por lo que cuatro personas saltaron para que el lanchero llevara a los niños y a las mujeres a la orilla.
Advirtió que ninguno de los 15 tripulantes tenía su chaleco salvavidas, por lo que recomendó que toda embarcación que sale de puerto tiene que portar sus dispositivos de seguridad.