Sus plegarias son escuchadas
El teléfono sonó y era evidente la emoción de la señora Elida Britton, de 74 años, cuando recibió la llamada de su esposo Luis Eduardo Britton, pescador desaparecido junto a tres tripulantes y quienes estaban a la deriva desde el pasado 22 de diciembre. El hombre de mi vida me llamó, me dice que el viernes estará en casa, dijo Elida con una vibrante voz.
Sin ninguna duda de que era él, la conversación siguió para la afortunada esposa, quien escuchaba con atención las pocas palabras de su amado, con quien lleva casada 40 años. A través de un celular prestado, a bordo de la embarcación seguía hablando: Negra, yo estoy bien, estoy en el barco de los americanos, ellos nos acercarán a aguas panameñas, llego en dos días, así concluyó la conversación.
Pero en la provincia de Chiriquí, para los familiares de Esteban Guerra, capitán de El Apache, las horas se hacían eternas para su regreso. Gloria García Araúz, una de las hermanas de Guerra, explicó que gracias al trabajo que realizó el Ministerio de Relaciones Exteriores (Cancillería) solicitándoles la cooperación en la búsqueda de los marinos, guardacostas de Estados Unidos lograron llevarlos hasta Punta Burica para que se trasladaran a la patrullera Presidenta Mireya Moscoso, del Servicio Nacional Aeronaval, que se dirigiría al Puerto de Pedregal.
Hasta el cierre de la nota, los familiares estaban en espera de que llegaran al puerto y, finalmente, reencontrarse con ellos.