A pocos días para terminar el primer trimestre escolar, las clases fueron suspendidas en la Escuela Calante, en el distrito de Kankintú por padres de familias, estudiantes y miembros de la comunidad, debido a la falta de agua potable en el centro de enseñanza.
Los escases de agua en la referida comunidad afecta no solo a la población estudiantil de la Comarca Ngäbe Buglé donde se encuentra el centro educativo, sino también a la gente que vive ese sector y a los docentes para la preparación de los alimentos, quienes para eso tienen que caminar largas horas para encontrar agua en ríos y quebradas.
El profesor Igor Flores, dijo que sus compañeros educadores, todos los años enfrentan este problema con mayor acentuación, porque el acueducto de la comunidad colapsó desde hace varios años y no se tiene una solución a ese problema.
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También explicó que sin agua en la población de Calante no se puede preparar alimentos para los estudiantes, mientras que el resto de la comunidad lo hacen con agua de las lluvias o simplemente la buscan en las quebradas y ríos que están distantes de la escuela.
Lo peor es que para que alguien ponga atención al problema son los padres de familias y los estudiantes que tomaron la iniciativa de suspensión de las clases para que se mejore las condiciones del sistema de acueducto en la lejana comunidad de Calante en la Comarca Ngäbe Buglé.