Temen desaparecer
Tras 50 años de fundación, la respetada escuela Fe y Alegría que les da la oportunidad de formarse como profesionales a estudiantes de edad avanzada y en ocasiones a jóvenes con problemas sociales, corre el peligro de cerrar sus puertas por disminución en la matrícula.
Maryoli Rodríguez, quien cursa el cuarto año del bachiller en Comercio, conocida también como Centro Profesional San Ignacio Loyola, en la avenida de La Paz en El Ingenio, corregimiento de Betania, siente profunda tristeza que este rumor sea cierto, pues el plantel es como un segundo hogar, ya que allí hacen amistades que a veces duran toda una vida.
Esta información cayó como balde de agua fría a Maritza Aguilar, directora Nacional del Fe y Alegría, quien aclaró que no tiene pensado cerrar el plantel educativo, sino que están haciendo una evaluación al centro.
Estamos ubicados en un lugar que no corresponde a las necesidades de los estudiantes, ellos vienen de áreas lejanas y esto ha influido un poco en la matrícula, recalcó Aguilar.
Agregó que reciben un subsidio del Ministerio de Educación (Meduca), que fue recortado y que van a volver a negociar, de ser positivo, esto ayudaría a cubrir los gastos de la matrícula, ya que hay estudiantes a los que se les dificulta pagar una mensualidad.
Para Virginia Herrera, directora encargada, un cierre significaría un dolor profundo, pues ella se graduó de Modistería allí y regresó después de tantos años, pero ahora para la dirección del plantel educativo.