Costa Rica impidió el ingreso a la mayoría de los migrantes africanos y asiáticos que se encuentran en Panamá, cerca del puesto fronterizo de Paso Canoas, donde solo se le permitió la entrada a 60 de ellos, así los confirmó Michael Soto, ministro de Seguridad Pública.
El jefe de la carrera de seguridad en este país, aseguró que solo se permitió el ingreso de 60 de las 2, 600 personas que pretendían cruzar por el país con destino a Norteamerica.
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"Sobre el tema de los extracontinentales estamos en una coordinación regional para establecer un pasadizo humanitario, pero a este momento, no han ingresado 2.600 personas de las que se ha hablado", manifestó Soto durante la conferencia diaria en la que el Gobierno actualiza las cifras de personas contagiadas con el nuevo coronavirus.
Ante los cuestionamientos sobre un video que circuló en redes sociales en el sector fronterizo entre ambas naciones donde se observaban varios buses del lado panameño con migrantes, el ministro respondió: " Sí eran como 60, pero no 2,600 como se indicó".
Hay que respetar las leyes y controles de seguridad
Dejo claro que las 60 personas que ingresaron fueron llevadas al Centro de Atención de Migrantes (Catem), ubicado en Kilómetro 20 de Golfito y que de momento quedan allí a la espera de que esto pase.
Mientras que vecinos de Río Claro de Golfito se mostraron preocupados ante la llegada de estos migrantes y aseguran haber visto a varios de ellos caminar por las calles de la comunidad e, incluso, abordar taxis piratas que los llevarán a Paso Canoas, donde retiran dinero de una compañía que se encarga de trámitar envíos de efectivo.
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Migración de Costa Rica informó que los 60 extracontinentales que lograron ingresar al país serán llevados en buses con vigilancia policial hasta la frontera norte.
Lo mismo se pretende hacer con el contingente que permanece en suelo panameño, cuando finalmente se les permita el paso.
En primera instancia, los extranjeros serán entregados a Costa Rica directamente, por parte de las autoridades migratorias de Panamá, donde este país deberá aportar una certificación de la salud de cada uno de los migrantes.
El objetivo de esta medida es evitar que los foráneos pasen por el país por su cuenta como lo hacían anteriormente.