Tráfico de influencia facilitó violación del Principio de Especialidad al expresidente Ricardo Martinelli
La relación de influencia de Harold Koh, sobre Thomas Heinemann, fue advertida ante un Tribunal del Distrito Sur de La Florida.
Una revisión al proceso de extradición de Ricardo Martinelli y el irrespeto al Principio de Especialidad, ha dejado al descubierto una intrincada red de relaciones y posibles conflictos de interés entre las figuras clave involucradas: el expresidente de Panamá, Juan Carlos Varela, el abogado norteamericano Harold Koh y el funcionario del Departamento de Estado, Thomas Heinemann.
En 2016, bajo la administración de Varela, el gobierno panameño contrató a la firma de abogados Foley Hoag LLP, a un costo de casi $1 millón para que brindara asesoría en el proceso de extradición de Martinelli.
Como parte de este acuerdo, la firma incluyó a Harold Koh, un exasesor legal del Departamento de Estado de EE. UU., quien había sido jefe directo de Thomas Heinemann, el hombre que manejó posteriormente el proceso de extradición de Martinelli.
La relación de influencia de Harold Koh, sobre Thomas Heinemann, fue advertida ante un Tribunal del Distrito Sur de La Florida.
Hay toda una trama en el que Heinemann entra y sale y hasta opina de un caso sin tener facultades para ello, tras dejar su cargo en el Departamento de Estado.
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En junio de 2018, Thomas Heinemann comunica que se procede a la extradición de Martinelli por el caso pinchazos, advirtiendo que estaría amparado bajo el artículo 8 de la Ley 75 de 14 de junio de 1904 (Tratado de Extradición), que se refiere al Principio de Especialidad, que establece que no se puede encausar, enjuiciar o castigar a una persona por un delito distinto por el que fue extraditado.
Luego Heinemann se convirtió luego en una figura central en este caso cuando emitió una nota informal, no oficial, en la que afirmaba que el Principio de Especialidad, que protege a los extraditados de ser juzgados por delitos no incluidos en la solicitud de extradición, no aplicaba a Martinelli.
Este principio, según el tratado de extradición entre Panamá y Estados Unidos, solo se pierde si el extraditado viaja voluntariamente al país que solicitó su extradición, lo cual no sucedió en el caso de Martinelli. A pesar de ello, Heinemann emitió una opinión que contradecía el tratado, lo que generó sospechas sobre sus verdaderas motivaciones, considerando su conexión previa con Koh.
De acuerdo con información del expediente del caso, Heinemann dejó su puesto como Assistant Legal Adviser del Departamento de Estado en junio de 2020, antes de involucrarse nuevamente en el caso Martinelli, cuando en octubre de ese mismo año envió una carta relacionada con la extradición del expresidente.
La relación entre Koh y Heinemann ha sido documentada en varias fuentes, incluyendo una publicación de la Boston University School of Law, donde se menciona la colaboración de ambos en proyectos legales mientras estaban en el Departamento de Estado. Este vínculo profesional sugiere que se trasladó al ámbito de la extradición de Martinelli, levantando dudas sobre la imparcialidad de la intervención de Heinemann en el proceso.
El rol de Varela en esta trama es igualmente crucial. Como principal adversario político de Martinelli, el expresidente panameñista no solo impulsó su extradición, sino que usó fondos panameños para contratar a Foley Hoag LLP, que a su vez empleó a Koh. Este último, con su influencia y acceso dentro del Departamento de Estado, facilitada probablemente por la intervención de Heinemann en el caso.
El proceso incluye un intercambio de comunicaciones informales que se realizaron fuera de los canales diplomáticos tradicionales. En diciembre de 2019, poco antes de su renuncia en medio del escándalo de los Varelaleaks, la entonces procuradora general Kenia Porcell mantuvo una conversación verbal con Heinemann. Posteriormente, Heinemann respondió con una carta en la que reconocía la absolución de Martinelli por un tribunal panameño. Este acto, realizado sin seguir el debido proceso diplomático, refuerza las sospechas de que la intervención de Heinemann pudo estar influenciada por intereses externos.
Los expedientes también revelan que diciembre de 2020, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá fue informado por la Embajada de EE. UU. que la opinión de Heinemann fue oficialmente reconocida como la posición del Gobierno de los Estados Unidos. La nota diplomática incluyó una copia de la carta Heinemann fechada el 29 de octubre de 2020, que fue dirigida al exministro Alejandro Ferrer del Ministerio de Relaciones Exteriores. Pero: ¡sorpresa! Para octubre del 2020 ya Thomas no era funcionario.
La conexión entre Varela, Koh y Heinemann, respaldada por el pago de casi un millón de dólares por parte del gobierno panameño, resalta la complejidad y las posibles irregularidades que rodearon el proceso de extradición de Ricardo Martinelli. Un proceso que sigue siendo motivo de intenso debate y controversia en los círculos legales y políticos de Panamá.