Un refresco que sale caro

Brenda Ducreux La lata chica de leche condensada cuesta entre $0.90 y $1.10. la grande está hasta en $5.00.

Esos tiempos cuando el calor del sol le invitaba a correr a comprar un raspa’o en cualquier esquina popular de la ciudad capital a $0.25 quedó atrás.

Y es que el popular raspa’o con sirope de sabores no es el mismo de hace tres años. En la actualidad ha cambiado su precio de $0.25 a $0.75 y hasta a $1.00 lo consigue. Mientras que, en los lugares turísticos como el Casco Antiguo, se encuentra a $1.75.

Federico Castillo, vendedor por nueve años en la plaza 5 de Mayo, dijo que en la vida todo debe subir y que los ingredientes que se utilizan para mezclar el producto (leche condensada, jarabe de piña, limón, maracuyá, entre otros) han subido su precio considerablemente. El hielo le está costando casi $12 la plancha, mientras que la dulce leche condensada, la que le da el toque final y hace que le digan “écheme la ñapa”, se consigue en los supermercados la lata grande raspando los $5.00.

Para justificar el costo elevado de su producto, los raspaderos se han esforzado en cambiar su presentación, muchos utilizan vasos desechables, le agregan miel y polvo de malteada, un sabor diferente que, a pesar de sus precios, ha cautivado una gran parte de la clientela.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Censo (Inec) de la Contraloría General de la República de Panamá, entre el 2009 y hasta agosto del 2013, unas 299,880 personas están dentro de las empresas del sector de trabajo informal.