El presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, aseguró que la tensión comercial entre China y Estados Unidos no ha tenido apenas impacto en el canal interoceánico, cuyos principales clientes son las dos potencias mundiales.
Varela intervino este jueves en un foro empresarial previo a la XXVI Cumbre Iberoamericana de Antigua (Guatemala) junto a otros mandatarios y afirmó que la guerra arancelaria solo ha tenido un "leve" impacto en los granos que Estados Unidos manda a China.
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"El resto de rubros del canal de Panamá están estables pero, sin duda alguna, a la economía mundial no le conviene que los países para proteger sus intereses en los tratados comerciales generen este tipo de situaciones", apuntó.
Estados Unidos, quien construyó la ruta a principios del siglo pasado y la administró hasta el 31 de diciembre de 1999, es el primer usuario del canal, seguido de China.
Por el canal, pasa cerca del 6 por ciento del comercio mundial y se conectan más de 140 rutas marítimas y 1.700 puertos en 160 países distintos.
El mandatario dijo además que confía en que la tensión entre ambas potencias vaya disminuyendo en los próximos meses, sobre todo después de la cumbre del G20 que se celebrará en Argentina en diciembre y a la que acudirán los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de China, Xi Jinping.
Varela, que dejará el cargo en 2019, defendió el avance de China en la región y recordó que los países latinoamericanos tienen unas tasas de recaudación tributarias muy bajas y que dependen de la inversión extranjera para generar desarrollo sostenible.
"La única forma para que un país de Latinoamérica pueda cumplir con la Agenda 2030 es con inversión extranjera", insistió.
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Panamá decidió en junio de 2017 romper con Taiwán y reconocer el principio de "una sola China", convirtiéndose así en el segundo país centroamericano, después de Costa Rica, en establecer relaciones diplomáticas con el gigante asiático.
El giro diplomático de Panamá y de otros países de la región, como República Dominicana y El Salvador, provocó que el Gobierno de EEUU llamara a consultas el pasado 7 de agosto a sus representantes diplomáticos en esos países.