Cuarenta y dos por ciento (42%) de los proveedores de la mina de Cobre Panamá estarían cerrando de manera definitiva si la situación con el proyecto continúa en la incertidumbre en la que se mantiene desde noviembre de 2023.
Javier Berrocal, gerente general de Esermin Panamá, una empresa ubicada en La Pintada en Coclé, que se encargaba del mantenimiento mecánico de la planta concentradora en la mina, dijo a este medio que como son netamente mineros, el cese de operaciones del proyecto les ha afectado al cien por ciento sus operaciones, pues cuando la mina de cobre operaba, contaban con alrededor de 250 empleados, entre permanentes y eventuales, sin embargo, en la actualidad son solo doce (10 operativos técnicos y 2 administrativos).
"Estamos todavía en la línea de si cerramos o no, porque tenemos activos ahí el cual necesitan estar cuidados y en mantenimiento”, explicó Berrocal, quien añadió que para “sobrevivir” después del cese de la mina en Panamá, tuvieron que migrar hacia otras industrias mineras de otros países como República Dominicana, Perú y Chile, pero esperan en Panamá un diálogo justo que permita reabrir las operaciones de Cobre Panamá. La especialidad que ofrecen para mantenerse a flote es el mantenimiento a molinos de la planta concentradora, un servicio que se realizaba anteriormente solo con empresas extranjeras, pero su empresa, de acuerdo con Berrocal, desarrolló mano panameña calificada, la cual surgió a raíz de la mina de cobre en Donoso.
Mientras más va pasando el tiempo, el riesgo de cierre de las empresas se incrementa.
“Éramos 76% de la zona de Coclé (proveedores) y hay un 42% que si la mina no reabre, estamos propensos al cierre de nuestras operaciones y colapso total, porque nuestros servicios afuera son puntuales...”, destacó el gerente de Esermin.
Quien ha sido otra figura visible en la información sobre el impacto del cese de la mina en las comunidades cercanas al proyecto, es Noemí Solís, residente de Coclesito, quien entregó recientemente una carta con los detalles de las afectaciones al alcalde del distrito Omar Torrijos, Eulalio Yángüez, la cual va dirigida al presidente de la República, José Raúl Mulino y lleva el logo de todos los proveedores de la mina.
“Todo mundo está como a la expectativa, porque pues, la percepción es como una incertidumbre de parte de las autoridades... y dialogamos el tema, por ejemplo, de mi empresa, que ya dejó de tributar en ese municipio (Omar Torrijos) por falta de operaciones... Cuando hablamos del 42% de las empresas que van a cerrar, yo creo que una de esas es la mía, porque he tratado de reinventarme de una y mil maneras, pero no es tan fácil conseguir mercado...”, detalló Solís.
La carta dirigida al presidente de la República destacó que han transcurrido siete meses desde la primera carta del 17 de julio de 2024, y que el impacto económico y social se ha agravado.
"Como empresarios panameños, responsables de generar empleo y sustento para miles de familias, el tiempo se está agotando. La incertidumbre económica, el desempleo creciente, poco mercado laboral y la falta de medidas concretas ha empujado al colapso total de empresas proveedoras, afectándose así la economía nacional...”, detalló un párrafo de la carta entregada.