- Según la policía del oeste, hay interés de tener unidades, en patrullas, a pie, en motos, bicicletas.
- Seis personas han perdido la vida en el llamado callejón de la muerte, entre los multifamiliares, a manos de pandilleros.
- el 95% de las personas que murieron al caer el bus del puente de Las Américas, vivían en la barriada san antonio.
De un lugar tranquilo, hace muchos años, la barriada San Antonio en La Chorrera se convirtió en un sitio en el que cantidad de personas sienten temor, más los que residen en los multifamiliares, cuando empezaron a mudarse gente que venían de áreas llamadas zonas rojas de la ciudad capital.
Florencia Castillo tiene 45 años de vivir en este lugar, recuerda que mucha gente que llegó con ella a la barriada ya han fallecido.
Aquí antes se podía salir solito por cualesquiera de las tres entradas de la barriada, y nada pasaba, hablo de más o menos 1971, por ahí, no había lo que hay ahora, no se puede hacer nada, confesó Florencia.
La veterana, pero con una memoria envidiable, comentó que en la barriada no había ni buses que entraran a buscar a los habitantes de este lugar fresco, rodeado de árboles y vegetación. Ella tenía un negocio en el mercado público de La Chorrera, y se iba a pie a tomar el bus afuera, pero a medida que fue creciendo como pueblo, las cosas fueron cambiando y hasta la fecha ha cambiado bastante.
El residencial era unifamiliar y de pocos metros de construcción, con un costo de aproximadamente 37,000 dólares.
Los residentes de San Antonio vivieron felices en un ambiente casi interiorano, pero con el calor peculiar de La Chorrera, fue en 1999 cuando se mudaron personas de El Chorrillo y Curundú a los nuevos edificios multifamiliares construidos especialmente para acoger a personas de esos sectores que lo habían perdido todo en sendos incendios.
La historia cambió bastante, afirma Florencia: Eso se volvió allí un infierno, era un solo relajo, tanto hombres como mujeres tomaban y hacían toda clase de espectáculos indecorosos, gente morena que vino, la que vivía era buena y se tuvo que mudar porque no resistían esos vejámenes, recordó la entrevistada.
La barriada era un lugar bonito, donde muchos crecieron y lo recuerdan como un sitio tranquilo, pero mucha gente se ha mudado, según versiones de los moradores más antiguos.
Humberto Molina, quien llegó a la barriada con su esposa en 1979, al igual que Florencia, dijo que se podía caminar a toda hora y con tranquilidad, incluso se dejaban algunas cosas afuera y nadie se las llevaba.
La violencia comenzó cuando llegó la gente de El Chorrillo a vivir a esos edificios, enfatizó Humberto, ya que se mudaron maleantes para aquí, se robaron nuestra tranquilidad.
Por su parte, Soraya Martínez vive con su madre, desde hace 44 años, muy cerca de los multis donde recientemente mataron a tiros a una familia.
Recuerda claramente que fue el 20 de mayo de 1999 que el entonces presidente Ernesto Pérez Balladares inauguró los multifamiliares en la barriada San Antonio de La Chorrera, que junto a Balbina Herrera, trajeron gente de Curundú, El Chorrillo y tal vez San Miguelito, quienes ocuparon cada apartamento.
De acuerdo con Martínez, los residentes de la barriada recogieron firmas para no permitir la construcción de dichos condominios, pero las autoridades diluyeron con promesas falsas a algunos moradores y pudieron terminar la obra.
Varios moradores de la barriada señalaron como responsable a la decisión de la Policía de quitar a las dos unidades que tenían un control en la entrada de los multifamiliares, ya que el anterior comisionado, Domingo Espitia, como prevención, mantenía ese punto de revisión, pero luego se quitó, y sucedió la tragedia.