En Panamá tenemos alrededor de unas 140 especies, de las cuales 23 son venenosas. Eso equivale solo al 16% de las especies que tenemos.
Entonces, ¿por qué les tememos a todas las serpientes? La verdad es que la raíz del problema es cultural y por falta de educación. Gran parte de nuestros problemas con plagas de roedores y otras alimañas se debe a la eliminación de estos animales de su medio natural.
Es bastante triste que por una fama mal ganada se maten indiscriminadamente estos grandiosos reptiles que, lamentablemente, no son del agrado de la mayoría de las personas. Hay un famoso dicho que escucho frecuentemente al tratar de orientar sobre las serpientes: Si son o no venenosas, no me importa; serpiente vista, serpiente muerta.
Creo firmemente que todavía estamos a tiempo de proteger a estos animales y está en nuestras manos preservar la biodiversidad para el futuro de nuestros hijos. Leer y conocer lo que tenemos e instruirnos más sobre las serpientes nos abrirá la puerta a un mejor mañana donde puedan convivir en armonía humanos y reptiles, sin los prejuicios sociales que satanizan a estos reptiles que llevan millones de años adaptados a la tierra.