En las calles de Colón en sus zaguanes se escucha una rítmica melodía que se entremezcla con el bullicio de la calle, el ruido de los niños que corren de un lugar a otro y otras tonadas que salen de la radio. Sin embargo, esas notas rítmicas de jazz son las que hacen que el otro ruido quede mudo para prestar atención a lo que el grupo C3 String Quintet, un quinteto de cuerdas compuesto por jóvenes talentosos de la provincia de Colón, está tocando.
Joshua Ashby (violín), Daniel Hall (violín), Luis Morales (viola), Fernando Alvarado (bajo) y Eric Blanquicet (percusión) practicaban para su presentación en la Fundación de Danilo Pérez.
Los ritmos de un jazz caribeño captan al público que los escucha en sus presentaciones, que con aplausos y hasta movimiento de hombros acompañan al quinteto colonense.
El grupo conversó con DIAaDIA, la profesionalidad y alegría se sentía durante la conversación. Son chicos que han tenido que luchar por su pasión: la música.
Historia
Joshua Ashby explicó que el grupo tiene un año y medio, todos se conocen desde la escuela y luego se separaron, algunos se fueron al conservatorio, otros a estudiar afuera.
Cada uno conservó su pasión por la música que los hizo ser constante en el aprendizaje para poder profesionalizarse.
Dos de ellos entraron a la sinfónica, en la ciudad de Panamá.
El encuentro
Después de varios años y cada uno culminando sus estudios, se reencontraron y formaron el grupo porque siempre ha existido en ellos esa necesidad de hacer música desde el instrumento que les gusta.
Qué representa el grupo
El grupo se basa en el amor, el amor de Dios sobre todas las cosas, el respeto y la disciplina, dice Joshua Ashby.
Mientras, Daniel Hall señala que hicieron muchas cosas para aprender música; sin embargo, enfatiza que valió la pena al relatar una de sus anécdotas. Recuerda entre risas, que no tenían el dinero para viajar a un taller de cuerda que era en Panamá, pero siempre hay quienes se preocupan para que los jóvenes salgan adelante y los profesores de su colegio, Abel Bravo, reunieron el dinero para el pasaje. Ese fue uno de los tantos incidentes que tuvieron que atravesar para cumplir sus sueños de ser músicos y más cuando no se tienen los recursos. Los jóvenes con caras alegres, llenas de satisfacción, dicen a coro fueron muchos los sacrificios, pero valió la pena.
Para Eric Blanquicet, C3 representa su familia, son sus hermanos. La música lo es todo, siempre perteneció a las bandas independientes o a las del colegio, en fin, donde lo pudieran escuchar.
Cada uno de los cinco integrantes tiene su historia llena de sacrificios y obstáculos vencidos para ser músicos. La música los cambió, no los hizo caer en presiones de grupo y los hizo crecer.
Estos jóvenes valores colonenses envían un mensaje a otros de su barrio que si tienen un sueño, no desistan. No hay límites, no importa de dónde vengas o que no tengas los recursos. Si luchas por lo que quieres, puedes lograrlo.