Mientras los fans de Glee siguen en vilo por la desaparición de la actriz Naya Rivera, este lunes 13 de julio se cumplieron siete años de la muerte de otro de los protagonistas de la serie, Cory Monteith.
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En 2013, el intérprete fue encontrado sin vida en un hotel de Vancouver (Canadá), producto de una sobredosis de alcohol y drogas, adicción contra la que luchaba desde los 13 años.
La noticia impactó al mundo, especialmente a sus compañeros de reparto, que no daban crédito a lo que ocurría, pues sólo tres meses antes el actor había entrado a centro de rehabilitación para buscar ayuda.
¿Pero cómo fueron sus últimos días?
Monteith había viajado a su natal Canadá para visitar a su familia por el verano.
Según un reporte de la revista People, dos días antes de ser hallado muerto, el actor de 31 años había disfrutado de una tranquila noche con muchas carcajadas con uno de sus primeros mentoras, Maureen Webb, cofundador de una fundación de beneficencia cercana a Monteith llamada Project Limelight Society.
Él lucía tan bien, tan saludable ( ) No lo había visto tan bien en un buen tiempo, dijo Webb.
Ese día, tanto Cory como Maureen y Elena Kirschner, la mánager del actor, cenaron en el restaurante East of Main, donde Comimos un montón, recordó Webb.
A ello la ejecutiva agregó que ninguno de los tres bebió alcohol, agregando que sólo tomaron limonada.
Respecto a la reunión, Webb confesó que el intérprete le dijo que quería involucrarse más activamente en un programa de arte para niños sin fines de lucro, que ya apoyaba desde 2011.
Le dije, Recuerdo todo lo que dijimos cuando hablamos por primera vez sobre este proyecto. Ahora está sucediendo. Su cara se iluminó. Estaba con un espíritu estupendo, añadió.
El 6 de julio, en tanto, la estrella de FOX compartió con unos amigos en las afueras de The Shop, una cafetería y tienda de ropa para los amantes de las motocicletas. Ese día, Cory hizo check-in en el hotel Fairmont Pacific Rim, donde falleció días después.
Consultado por TMZ, el dueño del recinto dedicado a las motos señaló que Monteith entró al lugar y fue extremadamente amistoso, afirmando además que se mostró muy interesado en las choppers.
Un mes antes Monteith y su pareja, la también protagonista de Glee, Lea Michele, fueron vistos en el Aeropuerto de Los Angeles muy felices mientras eran fotografiados por los paparazzi.
En la oportunidad, y a solo meses de que Cory se sometiera a una rehabilitación por su adicción a las drogas, uno de los reporteros presentes notó el renovado estado del actor: Te ves como un millón de dólares, le dijo.
Pese a las buenas intenciones de sus cercanos y su novia, quien lo apoyó públicamente durante su proceso de rehabilitación, el intérprete recayó en su adicción.
¿Cómo murió Cory?
La causa de muerte de Cory, según la policía, se debió a una sobredosis de alcohol y heroína.
Cory ignoraba trágicamente que su sistema nervioso central ya estaba comprometido debido a la cantidad de alcohol que había consumido durante toda la noche, explicó en ese momento el médico Jason Payne-James.
En cuestión de segundos después de inyectar la heroína, los efectos de estas dos drogas se combinaron para suprimir su capacidad de respirar. A medida que la respiración se ralentiza, a su corazón le resulta mucho más difícil bombear oxígeno alrededor de su sangre, añadió.
Finalmente, fue la combinación de alcohol y heroína lo que lo mató y no la heroína aislada, finalizó.
Según relató Naya Rivera en su libro Sorry not sorry, Monteith comenzó a beber después de años de sobriedad en la fiesta por el fin de las grabaciones de la tercera temporada de Glee, en 2012.
Explicó que quería poder beber con moderación, que podía hacerlo y ser como todos los demás, escribió la actriz. Parecía tranquilo y confiado al respecto, así que todos lo aceptamos, dijo.
Para ser sincera, no creo que muchos de nosotros entendiéramos realmente cómo funcionaba la adicción, ni nos dimos cuenta del alcance de su antigua adicción, añadió y agregó que nadie del elenco pensó que Cory pudiera estar consumiendo heroína nuevamente.
En ese tiempo comenzó a bajar mucho de peso y según Rivera parecía una persona diferente. Dijo que había pasado mucho tiempo en el gimnasio e intentaba ser responsable, no comprar autos extravagantes como solía hacerlo, sentenció.
Todavía creo que Cory tenía mucho por lo que vivir, y para mí esa es la peor parte de su muerte, que fue tan innecesaria, escribió. Extraño todo sobre él, cerró.