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Al menos 20 hombres poderosos han sido acusados de acoso
En las tres semanas desde que surgieron las denuncias contra Harvey Weinstein, un efecto dominó ha sacudido no solo a Hollywood sino al menos a una docena de otras industrias. Es temporada de caza de secretos a voces. Casi todos los días han emergido señalamientos de acoso, abuso o conducta sexual inapropiada, seguidos por el despido o el distanciamiento de hombres en varios puestos de poder, desde ejecutivos y comentaristas de medios prestigiosos hasta chefs famosos. "No hay vuelta atrás", Asia Argento dijo el miércoles en Twitter. "Todos los depredadores caerán". Argento, la cineasta y actriz italiana que ha dicho que Weinstein la violó, declaró eso poco después de que seis mujeres denunciaran por acoso sexual al director Brett Ratner. (Weinstein ha rechazado cualquier acusación de sexo no consensual, Ratner ha negado cada una de las denuncias en su contra). Su avatar en las redes sociales en una foto sencilla de sí misma con un puño levantado. La postura y lenguaje revolucionarios han sido adoptados por otros, como la actriz Rose McGowan, otra presunta víctima de violación de Weinstein. Durante la Convención de Mujeres de la semana pasada en Detroit, McGowan declaró: "Acompáñenme. ¡Únanse a todas nosotras!". Estamos frente a un ajuste de cuentas que va tomando fuerza con cada nueva revelación de acoso, dicen defensores de los derechos de las mujeres. Lo que comenzó como el alzamiento de un puñado de mujeres contra una de las figuras más poderosas de Hollywood se ha convertido en todo un movimiento. Ahora que los silencios y estigmas en torno al acoso sexual se han derribado, las compuertas están abiertas. "Es el patriarcado que comienza a desmoronarse", dice Toni Van Pelt, presidenta de la Organización Nacional de Mujeres. "Creo que las mujeres finalmente están utilizando su poder. Saben que son fuertes". Desde las primeras denuncias contra Weinstein, al menos 20 hombres prominentes se han visto obligados a defenderse o disculparse por sus acciones. El ejecutivo de Amazon Studios Roy Price renunció luego que una productora de televisión de uno de los programas de Amazon dijo que Price la había acosado sexualmente. Tras reportes de que Kevin Spacey trató de meter en su cama a un menor de edad años atrás, Netflix suspendió la producción de su serie "House of Cards". Una retrospectiva de Roman Polanski desató protestas en París. Sari Kamin es una de las 38 mujeres que se pronunciaron en el Los Angeles Times para denunciar que el director James Toback la acosó sexualmente prometiéndole la posibilidad de un papel en una película. Toback ha negado las acusaciones pero en cuestión de días el número de presuntas víctimas superó las 300. "Oír a mujeres pronunciarse sobre Harvey Weinstein ciertamente me empoderó", dijo Kamin. "Evocó muchos recuerdos dolorosos y como que algo se liberó y me hizo pensar que, bueno, si ellas pueden pronunciarse quizás yo también puedo". "Más que nada lo que me hizo querer pronunciarme fue que sentí que la gente finalmente estaba escuchando", añadió Kamin, una vez aspirante a actriz que ahora trabaja en el mundo editorial. "Eso fue señalado de una manera muy clara con lo que pasó con Weinstein. Otra mujer habló y entonces otra mujer habló y se realizaron acciones, hubo consecuencias. Eso me dijo que no solo la gente estaba escuchando sino que querían hacer algo, que querían pararse y decir: 'No más'. Fue algo poderoso". Un aire de "quién será el próximo" se ha sentido no solo en Hollywood. NBC News canceló el contrato de Mark Halperin ante denuncias de que acosó sexualmente a una docena de mujeres mientras trabajaba en ABC News. John Besh, el célebre chef de Nueva Orleans, renunció a la compañía que fundó tras más de dos docenas de denuncias de acoso. El fotógrafo de moda Terry Richardson, que ha sido acusado de acoso en el pasado, fue vetado por Condé Nast. Las denuncian también han alcanzado a los actores Dustin Hoffman y Jeremy Piven. Vox despidió a su director editorial, Lockhart Steele, tras las denuncias de una antigua empleada. Andy Signore, vicepresidente senior de Defy Media, fue despedido cuando varias mujeres lo acusaron de acoso. La revista The Atlantic retiró al editor adjunto Leon Wieseltier de su cabecera tras alegatos de que acosó a numerosas mujeres durante sus años de trabajo en The New Republic. Dos ejecutivos de Fidelity Investments fueron forzados a irse por acoso sexual. Nickelodeon despidió por acoso al director del programa "The Loud House", Chris Savino. El jefe de noticias de NPR Michael Oreskes fue echado por denuncias de acoso sexual que datan desde los años 90. Han sido unas semanas vertiginosas que algunos creen que llevarán a un momento emblemático para un problema generalizado y poco denunciado. Hasta un 85% de mujeres dicen que han sido acosadas sexualmente en el trabajo, según la Comisión para la Igualdad de Oportunidad en el Empleo, pero solo una fracción denuncian esos casos, debido en parte a los riesgos profesionales y legales que implican hacerlo. Tras la saga de Weinstein, empero, millones de mujeres han publicado "me too" (yo también) en las redes sociales, compartiendo sus historias individuales de acoso y abuso. "Percibo un cambio cultural", dice Fatima Goss Graves, presidenta del National Women's Law Center. "En un tema que usualmente ha sido recibido con gran incredulidad y vergüenza, la gente ha sido capaz de realmente contar sus historias de acoso y violencia sin enfrentar vergüenza, menosprecio y desconfianza. Y eso es realmente empoderador. No creo que uno pueda volver a meter eso en una caja". A algunos, sin embargo, les preocupa que la saga de Weinstein esté incriminando injustamente a hombres en el mismo tipo de escándalo, que aquellos que sean considerados simplemente lujuriosos sean mezclados con los depredadores. "Mientras forcejeamos con estos asuntos, es absolutamente necesario distinguir los matices", Cathy Young, una editora adjunta de Reason, escribió en una carta abierta para el Los Angeles Times. "Distingamos entre abuso, comportamiento inapropiado menor y problemas de comunicación inocentes. Y no demonicemos a los hombres ni seamos condescendientes con las mujeres". Y otros ven este efecto dominó como la esperada culminación a la lucha de décadas por la igualdad de género. "Las mujeres hablando de acoso sexual recuerdan uno de los motivos principales por los que nos reunimos para la marcha", dijo Teresa Shook, una de las organizadoras de la Marcha de las Mujeres de enero, el día de la juramentación del presidente Donald Trump. "'Escuchen nuestra voz' fue un mantra unificador para 'no volveremos a ser silenciadas ". Linda Sarsour, una organizadora de la Convención de Mujeres y de la marcha, estableció líneas directas entre la caída de Weinstein y el clima político tras la elección de Trump, quien famosamente alardeó que tocaba inapropiadamente a mujeres en una conversación grabada que salió a la luz durante su campaña. "Todo esto está conectado", dijo Sarsour. "Lo que verán en el curso del próximo año es más mujeres tomando el control y alcanzando posiciones más poderosas". "Este es un gran momento en nuestra historia", añadió Sarsour. "Definitivamente, para los libros de historia".
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