Ana Araujo habló sobre lo que están viviendo sus hijos después de que su esposo Pablo Lyle fuera sentenciado en febrero.
A casi tres meses desde que fue ingresado en prisión por ser declarado culpable de homicidio involuntario, Ana expresó que sus hijos se mantienen cerca de su padre, y la nueva apariencia del actor se debe a la interacción entre padre e hijo.
"Han mantenido una buena comunicación hasta el momento. Durante el mundial, por ejemplo, Pablo y Mauro apostaron a la distancia y por videollamada. Recientemente se dieron a conocer unas fotos en las que se le ve pelón a Pablo; sin embargo, nadie sabe que fue porque perdió la apuesta contra Mauro”, explicó la empresaria.
“Recuerdo que ya había pasado el mundial y Pablo aún no se rapaba, pues venía el juicio y luego la sentencia, no fue sino hasta después de eso que cumplió y se rapó”, aseveró la también coach de salud en entrevista para la revista Caras.
Sobre cómo han vivido sus hijos el proceso, desde el fatal accidente de tránsito, Araujo comentó: "Cuando les dimos la noticia del veredicto de la sentencia, me sorprendió su respuesta, pues contrario quizá a lo que yo esperaba, Mauro, mi hijo menor, reaccionó diciéndole a Pablo: ‘Papi, a lo mejor para el próximo mundial ya estamos haciendo el álbum juntos’ o ‘Papi, si vuelves en 2027, a lo mejor podrías llegar antes de mi cumpleaños número 12’… entonces sí, contrario a lo que podríamos pensar, lo han tomado mejor de lo que pensamos. Imagínate que antes no tenían certeza y hoy, sin importar el tiempo que falta, ya hay una fecha. A Aranza, la mayor, sí le costó un poquito más al pensar que para cuando Pablo regrese, ella va a tener 17, pero está bien”.
Araujo reveló que la reacción de sus hijos no siempre fue así de positiva, y reconoció que los pequeños atravesaron diferentes etapas en todo este tiempo, pero destacó que los chicos han tenido mucho apoyo de la gente que los rodea.
Finalmente, Ana Araujo compartió que por el momento las conversaciones entre padre e hijos no es tan habitual como lo era antes, pues Pablo aún se encuentra esperando a que le fijen el lugar donde cumplirá su sentencia, por lo que su contacto ha sido más limitado.
