Ariana DeBose recogió el Oscar a la mejor actriz de reparto por West Side Story, un galardón lleno de significado: ella es la primera mujer afrolatina abiertamente queer en conseguirlo.
Incluso en este mundo cansado en el que vivimos, los sueños se hacen realidad. Imagina a esta niña en el asiento trasero de un Ford Focus blanco, mírala a los ojos. Ves a una mujer de color abiertamente queer, afrolatina, que encontró su fuerza y su vida a través del arte. Y eso es, creo, lo que estamos aquí celebrando", dijo en su discurso de aceptación, un alegato a favor de la diversidad. "A cualquiera que alguna vez haya cuestionado su identidad... Os prometo esto: hay un lugar para nosotros".
DeBose ya había arrasado en todos los galardones previos a los Oscar por su fogosa interpretación de Anita en West Side Story: el SAG del gremio de actores, el BAFTA, el Globo de Oro y el Critics Choice Movie Award. Todos merecidos: tiene un poder sobrenatural para cantar, bailar y actuar. Su presencia en la película es un rayo de luz, una inyección de energía cada vez que aparece en pantalla. Spielberg, que decidió resucitar el canónico musical de los 60 sobre el odio racial justo cuando Estados Unidos atraviesa una profunda crisis por la falta de diversidad y el racismo sistémico, estará contento porque buscaba precisamente esto: un premio que repartiese justicia.
DeBose interpreta en West Side Story a la orgullosa puertorriqueña Anita, un personaje que en su día le valió el Oscar a Rita Moreno, convirtiéndola en la primera latina en hacerse con el preciado galardón en 1962.
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Cabe destacar que la arquitecta panameña y actriz Ilda Mason participa en el film sobre el clásico musical estadounidense.