La Jornada Mundial de la Juventud 2019 le abrió muchas puertas a Carolina Brid, ex- Miss Panamá para Miss Universo. ¿Y eso? Recuerden que ella es muy católica, desde pequeña sus padres le han inculcado el amor a Cristo y a la iglesia, a su prójimo... ¡Ajá!
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La también modelo ha tenido la oportunidad de viajar por el mundo en diversas ocasiones y la JMJ la llevó a conocer al papa Francisco hasta Ciudad de Vaticano. Ella le estrechó le estrechó la mano y fue bendecida. ¡OK!
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Como ya saben, ella documenta todas sus aventuras en su cuenta personal de Instagram y su visita a Italia para cenar con un marqués y una duquesa no fue la excepción. "Hace un año comencé a cubrir los eventos protocolares de la embajada de Francia. El campo diplomático ha sido toda una aventura que me ha permitido conocer la parte distinguida de cada cultura. En una ocasión, en Italia, tuve la oportunidad de cenar con un marqués y una duquesa, las reglas de etiqueta eran totalmente diferentes a las que me habían enseñado y tuve que volver a abrir los libros educativos. Nunca he dejado de aprender, ha sido maravilloso", destacó.
En una entrevista muy amena ella nos comentó que ha sido una experiencia hermosa que se dio por su participación en la JMJ Panamá 2019 y "con la Embajada de Francia, ellos son provenientes de los Adeodatos, una familia de la aristocracia italiana que han tenido dos Papas dentro de su linaje", comentó.
Y es que según Carolina, Italia se carateriza por ser el epicentro de la moda, por lo que el vestuario es muy elegante y la persona debe estar acorde al momento y el lugar. Son de costumbres muy apegadas a la religión, lo que se traduce en que la persona debe vestir decorosamente.
Contó Brid que cuando uno está en la mesa con personas de la aristocracia no se debe decir la popular frase «Bon Appétit» antes de comer. "Para ellos eso no es de 'clase'. Esto tiene un porqué en la historia italiana y francesa", explicó la modelo.
Quiero que sepan que a la hora de comer los plebeyos no tenían conocimiento si la comida estaba buena o mala y «Bon Appétit» era una forma de desearte suerte con tu plato. "Recordemos que en esos tiempos todo era más sucio y menos cocido", dijo. En cambio, si tenías un rango alto, no había problemas porque la comida que llegaría a tu plato era de la mejor calidad.
Contó Carolina que cuando una persona está con miembros de la aristocracia italiana recomienda solo hacerse la señal de la cruz y solo empezar a comer. "A pesar del todo «Bon Appétit»se ha hecho una palabra muy comercial, y al pasar de generación en generación se ha olvidado su origen", dijo.
Detalle de interés
Brid no dejó pasar por alto contarnos que otro detalle muy interesante es tomarse un espresso al final de la comida, después del postre. "Un cappuccino después de las 10:00 a.m. es inmoral e ilegal para ellos", explicó.