Demi Moore todavía conserva las ollas de barro que hizo con Patrick Swayze en ‘Ghost’
Moore recordó con nostalgia el momento en que conoció al galán de Hollywood, fallecido en 2009 por cáncer de páncreas.
En una emotiva entrevista para The Drew Barrymore Show, Demi Moore recordó con nostalgia y buen humor momentos inéditos del icónico filme Ghost: La sombra del amor, detallando su experiencia al trabajar junto al recordado galán de Hollywood Patrick Swayze.
Así es, 34 años después de haber rodado esta película, la actriz confesó que aún atesora las vasijas de arcilla que ambos modelaron en el set.
Dejando claro que lo recuerda como si fuese ayer, Moore relató el instante en que conoció a Swayze, que murió en 2009 debido a cáncer de páncreas, justo antes de filmar la inolvidable escena de la película de 1990. “Lo primero que se me vino a la cabeza fue ver a Patrick Swayze por primera vez y pensar: ‘Oh, ya sabes, estoy tratando de averiguar qué es lo suyo”, compartió entre risas.
Rememorando al actor con humor y cariño, detalló: “Y entonces se quitó la camiseta y yo le dije: ‘Ah, ya lo tengo. Ponte detrás de mí’”. También reveló que, más de tres décadas después del rodaje, aun atesora las artesanías hechas en escena. “Todavía tengo mis pequeñas ollas que hice, que dan pena. Tienen el aspecto más triste”, dijo en referencia al desgaste por los años.
En vida, Patrick Swayze también había rememorado con un cariño especial la emblemática escena de la alfarería, asegurando que era “lo más sexy que había hecho en una película”. Según el actor texano, su papel de Sam Wheat fue el más difícil de su carrera, que venía marcada por las películas de acción, principalmente porque debía ser un observador más que un participante.
Por su parte, la interpretación de Moore como Molly Jensen no solo la catapultó como la actriz mejor pagada de Hollywood en aquel momento, sino que también marcó un antes y un después en su carrera: de ser una actriz conocida, se convirtió en una estrella rentable. Su habilidad para llorar por ambos ojos fue clave para lograr obtener el papel protagónico.
La química entre Moore, que entonces tenía 32 años, y Swayze, de 42, trascendió la pantalla, convirtiendo a Ghost en uno de los grandes clásicos del cine romántico, donde también brilló Whoopi Goldberg, se ganó un Oscar por su rol secundario. De hecho, el propio Patrick convenció a los productores de incluirla en el reparto, como fanático de su trabajo.