El actor de Los Picapiedra que está irreconocible por su pérdida de peso
El actor llegó a alcanzar los 180 kilos, y fue a partir de ese peso cuando decidió dar un giro radical a su estilo de vida.
John Goodman es un conocido actor estadounidense, que ha participado en películas como Los Picapiedra, Barton Fink, The Artist, El gran Lebowski y Speed Racer, toddas ellas largometrajes míticos que pasarán a la historia por un motivo u otro. Sin embargo, durante gran parte de su carrera, a John Goodman se le ha conocido por un motivo diferente a sus dotes interpretativas: durante muchos años, ha llegado a pesar 180 kilos --casi 400 libras--, pero en los últimos meses ha protagonizado un cambio físico impresionante.
Goodman ha cautivado al público con su versatilidad y carisma a lo largo de su carrera. Aunque ha desempeñado una amplia variedad de roles, es más conocido por su icónico personaje, Dan Conner, en la exitosa serie de televisión "Roseanne". Sin embargo, no solo es conocido por su papel en "Roseanne", sino que su carrera abarca una amplia gama de géneros y proyectos, desde comedias hasta dramas y películas de acción.
"Roseanne", "El gran Lebowski", "Monstruos S.A." o "Los Picapiedra" son tan solo algunos de los trabajos en los que John Goodman ha destacado, pero no los únicos. En los últimos años, le hemos visto como Howard Stambler en "Calle Cloverfield 10".
El actor llegó a alcanzar los 180 kilos, y fue a partir de ese peso cuando decidió dar un giro radical a su estilo de vida. Es más, muchos directores de casting le contrataban únicamente por su peso. Le dio igual, porque el actor prefirió mantener un estilo de vida saludable desde 2007 aunque perdiera trabajo a raíz de una pérdida de peso que alcanzó los 90 kilos --180 libras--.
La primera razón por la que dio el paso fue su ingreso en una clínica de rehabilitación por su adicción al alcohol. En segundo lugar, Goodman mantenía una mala relación con la comida: cuando tenía algún alimento cerca, no podía evitar comérselo: "en los viejos tiempos, me cuidaba durante tres meses, perdía unos 27 kilos y me premiaba con seis latas de cerveza y volvía a mis viejas prácticas".