Tom Brady y Gisele Bündchen anunciaron hace días que finalizaron su divorcio. De esta manera, el matrimonio de 13 años entre las dos superestrellas que alcanzaron lo más alto de sus carreras en el fútbol americano y la moda llegó a su final.
Los documentos para el divorcio fueron presentados el viernes en el Condado de Glades, Florida, una localidad rural cerca del Lago Okeechobee, de acuerdo con el expediente. Los papeles a los que pudo acceder la prensa solamente citan que el matrimonio estaba “irreparablemente dañado”, sin más detalles. El resto de los documentos están sellados y son confidenciales.
Brady y Bündchen publicaron este viernes comunicados en Instagram y cada uno aseguró que su relación terminó de forma “amigable”. “La decisión de poner fin a un matrimonio nunca es fácil, pero nos hemos distanciado y, aunque ciertamente es difícil pasar por algo como esto, me siento agradecida por el tiempo que estuvimos juntos y siempre le desearé lo mejor a Tom”, escribió la modelo. Ambos indicaron que su prioridad son sus hijos y pidieron privacidad.
“Llegamos a la decisión de poner fin al matrimonio tras gran consideración. Hacerlo, por supuesto, es doloroso y complicado, como lo es para mucha gente que pasa por lo mismo en todo el mundo”, publicó Brady en sus redes sociales.
El anuncio se dio a conocer en medio de la 23ma temporada de Brady en la NFL y cuando ha perdido tres juegos consecutivos por primera vez en 20 años, meses después de que el siete veces campeón de un Super Bowl puso fin a su corto retiro.
El quarterback de los Buccaneers de Tampa Bay -que había dejado claro su interés de pasar más tiempo con Bündchen y sus tres hijos- anunció su retiro en febrero, pero cambió de opinión 40 días después.