El juicio por paternidad a Julio Iglesias, a puerta cerrada y sin el cantante
Sánchez-Santos, que habría nacido en 1976 fruto de un romance de Julio Iglesias con la bailarina María Edite, incluyó en su demanda una prueba de ADN.
El juicio por la supuesta paternidad del cantante Julio Iglesias se celebrará el próximo jueves en Valencia (este) en ausencia del cantante, que no ha sido citado, y a puerta cerrada por decisión del juez.
La negativa del artista a repetir una prueba de ADN que ya obra en la causa y que concluye que es el padre biológico del denunciante, Javier Sánchez-Santos, motivó la decisión del juez de no citarle.
Pero Iglesias podría acudir, si lo considera, a una vista oral que se desarrollará a puerta cerrada, a fin de "garantizar la protección de la intimidad y vida privada de las partes".
Sánchez-Santos, que habría nacido en 1976 fruto de una relación de Julio Iglesias con la bailarina María Edite, incluyó en su demanda de paternidad -la tercera en los últimos 28 años- una prueba de ADN hecha a partir de muestras de unos quince objetos (cigarrillos, pañuelos, latas de bebida o servilletas) recogidos en la basura por un detective en Miami, donde residen el artista y sus hijos, que confirmaría la paternidad.
La muestra analizada pertenece a uno de los hijos, Julio José Iglesias; fue analizada en España, en un laboratorio especializado de la ciudad de Zaragoza, y concluye que el denunciante está emparentado con el cantante al 99,99 % de probabilidades.
Según detalló a Efe el abogado del cantante, Fernando Falomir, el juicio será "un trámite pero también una incógnita; las posturas de ambas partes están perfectamente definidas y no creo que haya sorpresas en la presentación de pruebas".
"El asunto ya está juzgado en tres procedimientos anteriores: dos en Valencia (1991 y 1992) y uno en Marbella en 2004, sin que en ningún caso prosperase la demanda", añade Falomir.
Sin embargo ahora, según explicó a Efe el abogado de Javier Sánchez-Santos, Fernando Osuna, "existen nuevos elementos que permiten una nueva valoración de todos los datos aportados con anterioridad y que no pudieron ser objeto de examen a la hora de dictaminar la sentencia, es decir, la prueba de ADN".
Las pretensiones del demandante se basan en dos circunstancias, según detalla Osuna: "La prueba de ADN que determina que ambos tienen el mismo padre y la negativa de Julio Iglesias a repetirla con todas las garantías procesales. Esa negativa tiene una gran trascendencia judicial y prácticamente convierte en padre a Iglesias".
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"Tenemos todas las pruebas del juicio que se celebró hace 30 años, cuando el demandante no disponía de ninguna prueba de ADN, y muchas fotografías de Julio Iglesias con María Edite en la Costa Brava durante siete días; además del gran parecido físico del demandante, pero todo eso son prueba secundarias", agrega el letrado de Javier Sánchez-Santos.
Por el contrario, la defensa del cantante insistirá en que "esto está juzgado ya, en el fondo y en la forma", y añade: "La novedad es una prueba que nosotros cuestionamos, tanto la forma en la que se obtuvo la prueba como el análisis en sí mismo".
Para Falomir "hay poca jurisprudencia sobre la licitud de este tipo de pruebas en procesos civiles", ya que la obtención de ADN "sin consentimiento o autorización judicial es cuanto menos cuestionable".
Así, los dos únicos testimonios que previsiblemente se escucharán en el juicio serán los del detective que consiguió el material genético, que deberá explicar cómo lo obtuvo, conservó y trajo a España, y el de los técnicos del laboratorio que los analizó, que darán detalles técnicos sobre el método de análisis y la fiabilidad del mismo.
Pero antes, el abogado de Iglesias pedirá al juez que se pronuncie si es conveniente seguir adelante, al tratarse de "cosa ya juzgada".
Si el juez decide continuar, "nuestro defendido se someterá a dicha prueba de ADN; llegado este momento no tendrá ninguna objeción a someterse a la misma", avanzó Falomir.
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