Abby Hensel, una de las gemelas siamesas más conocidas del mundo, recientemente utilizó la plataforma de TikTok para enviar un mensaje poderoso a quienes han criticado su matrimonio con Josh Bowling, un veterano de guerra y enfermero estadounidense. En un acto de valentía y sinceridad, confrontó los comentarios negativos sobre su unión matrimonial, celebrada en una ceremonia privada en 2021.
“Si no te gusta lo que hago, pero ves todo lo que estoy haciendo, todavía eres fan”. Este mensaje se acompaña de una foto donde las hermanas, vestidas elegantemente, abrazan a Josh, mostrando un frente unido y afectuoso.
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A pesar de no referirse a comentarios específicos, las gemelas han recibido una ola de atención en línea, particularmente enfocada en que pasa con Brittany dado que los que se casaron fueron Abby y Josh.
Con dos cabezas y dos columnas vertebrales que se unen en una misma pelvis, no es una sorpresa que algunos aspectos de la vida de las hermanas generen curiosidad, entre ellos su intimidad.
¿Qué pasa con el sexo?
Aunque Abby y Brittany nunca han hablado públicamente de su vida sexual, esto no ha impedido a los expertos abordar este tema.
Alice Dreger, bioeticista, autora y exprofesora de humanidades médicas clínicas y bioética en la Escuela de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern, explica en un artículo en 'The Atlantic' que, al compartir genitales, es probable que los gemelos sientan cualquier contacto en estos órganos.
Aún así, la experta señala que es "difícil adivinar cómo resultará cualquier unión en la práctica", puesto que cada gemelo experimenta actividades sensoriales diferentes en las partes del cuerpo.
En una oportunidad, las siamesas comentaron que poseen una temperatura corporal distinta. "Puedo tener una temperatura completamente diferente a la de Brittany. Y la mayoría de las veces nuestras manos tienen diferente temperatura, yo me acaloro mucho más rápido", indicó Abby, de acuerdo con 'BBC'.
Con respecto a los besos, Dreger tuvo dos posturas divididas: "El experto en biología que hay en mí quiere responder que las hormonas de la felicidad que surgen de un buen beso probablemente lleguen a ambos cerebros. Pero el estudioso de la naturaleza humana que hay en mí dice que cuando besan a tu hermana y a ti no, es muy posible que las hormonas infelices terminen en la puerta".
La especialista señala que, según estudios, la condición genética de Abby y Brittany podría limitar los encuentros sexuales a lo largo de su vida. Esto respondería a varios factores, incluidos la dificultad para encontrar una pareja y una baja necesidad de estar de manera romántica con otra persona.
"Muchos gemelos han descrito su experiencia de estar unidos como si estuvieran apegados a un alma gemela, por lo que pueden sentir menos necesidad de una relación romántica con otra persona", describe el 'Daily Mail', citando a Dreger.
Más allá de las limitaciones propias de su condición, Abby y Brittany se han esforzado por llevar una vida normal. Aprendieron a conducir, tocar el piano y a hacer deporte. Sin dejar a un lado las salidas con sus amigos y las visitas al cine.