¡Finaaa! Taylor Swift cumple 30 años y es la cantante más rica del mundo
Muchos aseguran que la artista es muy problemática. ¿Será verdad?
Taylor Swift ya se nos hace mayor, ha cumplido 30 añitos rodeada de buenas noticias. Ya era hora después del añito tan intenso que ha tenido con todo el lío sobre los derechos de su música y la demanda de su exmánager Scooter Braun.
Lee también: A Ismael Cala le gustó la respuesta de Tunzi, nada parecida a la de 'Confucio'La cantante se ha levantado estrenando década y la posición número uno en la Revista Forbes, como la cantante más rica del mundo con 185 millones de dólares facturados en 2019. ¿Cómo te queda el ojo? Lo mejor es que ni te imaginas a quién tiene justo por debajo con una diferencia de 35 millones: Kanye West (42), o lo que es lo mismo, su peor enemigo, quien ni su cercanía al mismísimo Jesús le ha ayudado hacerse con el puesto de honor en el ranking.
Mira también: El día a día Live llegó a las pantallas de Nex canal 21Pero por si esto fuera poco, la cantante ha recibido un premio como la 'mujer de la década' en los 'Billboard Women in Music Awards', en donde la vimos súper mona con un 'jumpsuit' azul marino de Oscar de la Renta.
Tiene 123 millones de seguidores en Instagram y su disco 'Lover' vuelve ser un exitazo, pero lo más curioso de Taylor es que tiene tantos fans como 'haters' y que sus rivalidades nos han dado mucho salseo en los últimos años. Sus amores y rupturas (con dedicatoria de canciones incluidas) como la de Joe Jonas a quien terminó con una llamada telefónica de 27 segundos, o su chuleo con John Mayer que le costó su enemistad con Katy Perry (35); el mal rollo entre ella y Selena Gómez (27), la modelo Jessica Hart, Justin Bieber (25) y un largo etcétera. ¿Qué tendrá esta chica para levantar tantas pasiones?
¿Bromitas?
A Swift no le gustan las bromitas, y una jocosa artista australiana pudo comprobarlo en primera persona. Todo empezó cuando Kanye West publicó en 2016 la canción «Famous», en la que mencionaba a Taylor como «that bitch» (esa perra). Ella reaccionó mostrando públicamente su enfado con el rapero, pero éste replicó asegurando que ya había hablado con ella por teléfono sobre la canción, y que le había dado su permiso.
Swift negó que hubiera dado autorización alguna, y fue entonces cuando la cosa se calentó. Kim Kardashian, la mujer de West, grabó en vídeo el momento en que su marido mantuvo la conversación de marras con la cantante, y lo publicó en las redes sociales. Swift enfureció y amenazó con demandar a la pareja, pero ya había quedado desenmascarada (además, la demanda nunca se llegó a realizar). Por eso, la mencionada artista australiana decidió hacer un irónico mural para conmemorar la muerte de la «inocente Taylor».
Pintó el rostro de la cantante, y añadió la leyenda «In loving memory of Taylor Smith, 1989-2016». La artista tuvo la ingeniosa idea de modificar un par de letras para protegerse de los más que posibles ataques legales de la superestrella estadounidense. Pero ni por esas. Una semanas después, el diario USS Weekly reportó que la artista había recibido una carta de los abogados de la cantante, amenazando con una denuncia si no eliminaba el mural. Al día siguiente, la pintura no existía, y el imperio de Taylor Swift seguía a salvo.