El príncipe Harry sorprendió a todos este martes en el Tribunal Superior de Londres. Sin embargo, los presentes en la audiencia del caso contra Associated Newspapers (ANL) aún se debaten si la sorpresa fue su mera presencia en el estrado o si, por el contrario, lo fueron sus denuncias en contra de la familia real.
Ya es habitual que el duque de Sussex arremeta contra sus allegados. En el pasado, lo ha hecho en entrevistas gráficas, en televisión y hasta en su libro. En esta oportunidad, lo hizo durante su alocución frente al juez que evalúa si -efectivamente- el editor del Daily Mail violó su privacidad y la de otras celebridades al piratear su teléfono celular.
En su declaración, Harry apuntó contra la Familia Real por haberle ocultado este episodio y conseguir, así, que se mantenga alejado del banquillo de los testigos ya que esto podría abrir “una caja de Pandora”.
Según dijo, fue “consciente de que tenía una demanda que podía presentar” recién en 2018, a pesar de que -según su abogado, David Sherborne- las supuestas irregularidades se remontan hasta 1993.
“Sin duda, la Institución [así se refiere a los miembros de la Corona] me estuvo ocultando información durante mucho tiempo sobre… la piratería telefónica”, sentenció y aseguró que “eso quedó claro en los últimos años cuando inicié mi propio reclamo con diferente asesoramiento y representación legal”.
Harry explicó que la decisión de la Corona de mantenerlo en la sombra sobre este tema se basaba en las consecuencias que ello podía tener. “La Institución dejó en claro que no necesitábamos saber nada sobre la piratería telefónica y remarcaron que la Corona no se sentaba en el banquillo de los testigos porque eso podría abrir una caja de Pandora”, se explayó.
Junto con las explosivas declaraciones en contra de su familia -con quienes aún no logra recomponer el vínculo tras su salida de la monarquía y su mudanza a los Estados Unidos-, el duque hizo hincapié en la importancia de que la Justicia falle a su favor y al de las múltiples celebridades como Elton John, que también alegan ser víctimas en la causa.
Este escándalo de escuchas telefónicas se remonta a 2006, cuando periodistas del News of the World -propiedad de Rupert Murdoch- pirateaban los mensajes de voz de miembros de la realeza, celebridades y hasta víctimas de asesinatos.
También, se los acusa de la obtención de información privada mediante engaño y “el encargo de allanamiento e invasión de propiedad privada”.
Esto derivó en el cese de sus actividades y en una masiva investigación judicial junto con acusaciones penales.
Sin embargo, años más tarde, el tema resurgió junto con nuevas denuncias y pruebas y volvió a la escena mediática. “No es exagerado decir que la burbuja estalló en términos de lo que se conocía en 2020 cuando me mudé fuera del Reino Unido”, sostuvo y mencionó que su salida del país fue clave para el inicio de la demanda.
A pesar de que muchos señalan este episodio como uno de los tantos por los que Harry ha llevado al medio ante los tribunales, asegura que presentó la denuncia “porque amo a mi país y sigo profundamente preocupado por el poder sin control, la influencia y la criminalidad”, incluso si ello implica ir en contra del código Real.
“El público británico merece conocer el alcance total de este encubrimiento y siento que es mi deber sacarlo a la luz”, concluyó.
Por su parte, desde ANL han rechazado las acusaciones, las cuales consideran “absurdas calumnias” y un intento de “arrastrar al Mail al escándalo de las escuchas telefónicas”.
Los abogados del tabloide agregaron, en tanto, que los reclamos “no se basan en pruebas creíbles”, por lo que no se puede avanzar hacia un juicio y apuntaron contra Harry, a quien llamaron un “litigante en serie que parece obsesionado” con sus publicaciones.
En tanto, desde el Palacio de Buckingham se han negado a comentar sobre el caso.